Pensándolo bien... ¿por qué no de a tres...?

Hace unos días estuve reconsiderando la posibilidad de armar un trío. Sí. ¿Por qué no? Sólo que... el tercero tendría que ser alguien muy especial.
























































Comentarios

  1. Dispongo de muy poco tiempo para comentar, pero quisiera aportar mi opinión, basada, claro está, en mis experiencias (no muchas pero creo que suficientes) diciendo que no todo el mundo está preparado para mantener relaciones sexuales con más de dos protagonistas, aunque también es cierto que hay quien no sabe mantenerlas ni en pareja. :))

    Si no hay una deshinibición total y absoluta por parte de los tres, y ninguno quiere ser más protagonista que nadie, y nadie, aunque pueda sentirla, no demuestra más predilección por uno que por el otro de sus compañeros de cama, el éxito está prácticamente asegurado, y un buen trío deja recuerdos inolvidables.

    Los largos y apasionados besos “a tres bocas”, al menos para mí, producen una de las sensaciones más sensuales que pueden vivirse, lo mismo que las felaciones “a dúo”, que pueden llegar a provocar orgasmos inimaginables. Pero, ya digo, no siempre se dan tales casos, y algunos tríos pueden resultar bastante frustrantes.

    Siento haber sido tan escueto, pero el tiempo de que dispongo me impide "enrollarme" sobre un tema que me encata.

    ¡Ojalá se forme un buen debate!

    Besos "a múltiples bocas" para todos.

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  2. Voy a empezar como los noticieros: Buenos días, América! Buenas tardes, Europa!

    Ayer me ocupé en infinidad de cosas y no me di un tiempo para compartirles que definitivamente el post "Angustia" del miércoles pegó en mi ánimo de una forma brutal... tanto que en la galería de ayer me movieron más las imágenes sugestivas que las explícilas... esa foto de Steve descansando en el pecho de Bruno sonriente es una excelente imagen de la plenitud en pareja; de cómo puedes efectivamente alcanzar la felicidad al encontrar a tu perfecto complemento.

    Deep: muchas gracias por tus palabras de antier... confiemos en que todos viviermos ese mágico momento... no lo descartemos.

    Y con esta reflexión llegamos a la galería de hoy, aun con la emoción de las otras dos presente... y pienso: ¡qué fascinante sería compartir y entregarse de a tres a los placeres de la vida y del hombre! Aquí la mayoría de las imágenes muestran muy claramente un hedonismo que, no lo niego, cuando es bien llevado y cuenta con el pleno convencimiento de los involucrados (tal y como dice Albert) es sumamente excitante; pero... ¿qué tal sería llevar eso mismo en el día a día... y en el noche a noche? Veo la foto #1 y percibo tanta complicidad en ese cruce de miradas, tanta empatía de cada uno por los otros dos que después veo el resto y pienso... ¿quién no nos dice que entre los tres que aparecen en cada imagen no existe esa magia, esa química que va más allá de la carne? Lo pienso y me emociono, de verdad... aunque a veces es un poco desmotivante no encontrar ni tan siquiera a uno... ¡podría suceder que nos lleguen dos de un golpe!

    No se si dentro de mí hay un espíritu hippie que me hace querer "darle amor a todo el mundo", pero esa idea me da vueltas y digo; si la vida de a dos nos puede llevar al infinito... ¿a dónde nos llevaría de a tres? Me gustaría averiguarlo...

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  3. Hummmm...
    de a tres.... vaya tema.
    Es que es así, en mi modesta opinión, de a tres es muy fácil. Como todo cuando uno busca un gran placer, es fácil, de a dos, de a tres, de a cuatro, de a más, orgía completa y... a disfrutar; y tal vez es más fácil ocultar en lo grupal algo que a veces cuesta sostener en el uno a uno.
    Pero... cuando la cosa viene con "algo más" involucrado... sentimientos, afecto, y algún que otro proyecto de vida... ahí, pues ahí... no sé, que siga otro, porque mi experiencia no me habilita. En otro momento de mi vida integré toda clase de combinaciones posibles. Sí, Albert, las tres bocas, las tres pollas... y sigamos contabilizando áreas deseadas de nuestra anatomía, de a tres, de a seis, y a jugar...! yo sólo puedo hablar de lo increíblemente placentero que es hacer el sexo entre varios. Hasta puedo decir que cuando no existe mucha compatibilidad de piel entre los integrantes, puede darse ¿por qué no? como un descarte natural, que si todo está hecho con el sumo respeto, no resulta para nada ofensivo. Hasta esas condiciones son notables en esos casos.
    Por ahora, el enunciado de este título, no pasa de ser una fantasía... no sé si deseada, porque el deseo aflora cuando una relación estable deja lugares más o menos vacíos; y no sé que pasa cuando la plenitud de lo que se vive de a dos, llegara a admitir a un tercero, por eso digo que esa sería una situación "especial". Tan especial que... atemoriza.

    Sigo abajo.

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  4. Manu!,
    no lo vas a creer.... pero soñé con VOS toda la noche.
    AH!, jajajaja... (después te comentaré el porqué debo haber soñado con vos con tal nitidez!), lo divertido del sueño, era que yo viajaba a México y las casualidades nos hacían coincidir en el hotel (porqué estabas tú en el hotel si tú vives allá, no se) y claro... trabábamos amistad enseguida, lógicamente, pero yo no te desvelaba hasta último momento quién era en realidad. Ay, Manu, estabas tan bonito en mi sueño.
    Lindo, no sé si pedirte disculpas por mi post sobre la espera angustiosa, o qué... mi hermanito ya me retó un poco acerca del post, pues parece que el tema movió los interiores de varios tertulianos, lo sé... es que a mí, como habrán visto a las claras, también es un tema que me mueve y en profundidad. Sí, mi hermanito me trató de canalla... y que todos los argentinos somos iguales (???), pero a la vez me felicitó por el post. Tal vez, siguiendo con el espíritu de la ambigüedad sobre lo dulce y lo amargo del tan conocido tema.
    Y, como le dije a Deepsouth, la galería de ayer, quedó correlativa a la anterior, por un mero capricho de una programación hecha a último momento. Pero, ya vemos, las casualidades no existen, y un tema entroncó con el otro de una manera casi natural, y su asociación fue automática en muchos casos.
    Podríamos decir: un final feliz.
    Aunque creo que todos sabemos que a veces esas angustias no tiene un final feliz.
    Estar preparados es saber vivir.

    Un gran abrazo

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  5. ¡Ucih! ¡Con lo que me apasiona el temita!

    Veamos: ¿os habéis dado cuenta que TODOS, incluido el menda, hemos caído en la trampa que encierra el concepto trío?
    Sí, sí… TODOS. Porque, enseguida, hemos pensado en la combinatoria 2+1 (ó 1+2) y de ahí saltamos (bueno, saltó Franco) a las orgías.

    Pregunto: ¿Y qué pasa con el 1+1+1? ¡¡¡AAAHHH!!! Ahí NADIE cayó ¿Cierto?

    Eso nos indica nuestro estado mental previo ante el asunto: damos por sentado que el morbo está en que UNO (no se, yo mismo, me ofrezco sin problemas de voluntario. De nada) se líe con DOS y ese DOS implica, en nuestros pensamientos, que SON PAREJA. ¿Verdad? ¿A que voy bien?

    Pues MAL, FATAL. Ahí está el peligro: en contemplar SÓLO esa opción pues, en sí misma, es ab-so-lu-ta-men-te delicada. Pocas, poquísimas veces, funcionará la combinatoria 2+1 (ó 1+2) ¿Por qué? Porque en ella hay DOS que van de UNO y que invitan (siempre es así, UNO es el invitado) a meter a ese UNO –que es el TERCERO- bajo las sábanas…

    Y en esos DOS, que son UNO, SIEMPRE hay UNO de ellos que le propone AL OTRO el traer a un TERCERO a sus rounds sexuales. Y hace la propuesta porque sus pornoneuronas le tienen burraco perdido imaginando a su pareja con otro. NO a ÉL y SU PAREJA con OTRO. ¡NO! ¡NO! ¿LOS TRES JUNTOS Y ENROCASDOS? ¡NO!
    Repito: le pone, y por eso propone, ver a su pareja liado con otro en su cama.
    Y ¡cuidadin! ¡Pedazo peligro que se viene encima!
    Porque el que recibe la propuesta puede ser el más remolón a la hora de aceptarla pues, no nos engañemos, es el que la propone el que da el primer paso SIEMPRE. ¡PEEEERO! ¡CUIDADÍN! Porque, puestos en harina, resultará ¡OH SORPRESA!, que, de la pareja, el que recibió la propuesta, que suele ser el más timidillo de los dos, el más reticente… pues eso, resultará que, en plena lid, demostrará una voracidad hacia el invitado que mosqueará irremisiblemente al promotor de la idea… con lo que el trío acaba yéndose a la mierda en menos que canta un gallo: celos, mosqueos, cabreos, malas leches… y UNO, que hace de TERCERO se encuentra en medio de un pastel, en medio de un jardín del que no sabe como salir indemne…

    Así que, señores, preciosos los tríos, geniales, cojonudos, sí, sí… pero siempre, siempre de 1+1+1: o sea, tres tipos, sin vínculo sentimental alguno entre ellos, al puro y directo folleteo. Ahí si, ahí comamos todo lo que podamos, barra libre.

    En la otra opción 2+1 (ó 1+2) o me queda clarísimo que la pareja es lo suficientemente madura, estable, feliz, abierta, desinhibida y consolidada… o poco me ven en su cama… que de bocazas el mundo está lleno… como de dramones los juzgados…

    ¡ah! y, desde luego, en su cama, ni de coña: para eso están los hoteles y los apartamentos por horas… Siempre, terreno neutral, que la hospitalidad ya no es lo que era…

    Y, dicho esto, voy a lo siguiente: A ver, Zape ¿Qué coño es eso que SHO te reté a qué?
    Tratar de canallas a los argentos es una banal e injusta generalización que me atribuyes, aunque esté incrustada… hasta en las Sagradas Escrituras… Como que Colón es porteño y Dios es de La Boca… Pura felonía elevada a dogma de fe. Cualquier ser inteligente lo sabe… ¿El qué, el que son felonías o el que son argentos? ¡Ah hermano! ¡Ésa es la cuestión!

    Además, mi postura sobre los australes clarito lo dejé, muuuchos meses atrás, en Piropeando href="http://laudanus.blogspot.com/2010/11/piropeando.html">clicando aquí; aunque cualquier indocumentado desleído –no se, tu mismo, hermanito- pudiese entenderlo por: verborrea, verborrea, verborrea, petada de culo… y ¡hala!, ¡a Ezeiza, a por el avión!… chau chau… ¿Vendría a ser eso lo entendido? Más o menos, ¿no?

    Pero NUNCA dije que TODOS hiciesen eso… que, por otra parte, sería mucho pedir…

    …Y ya sabes que, a mí, mejor ya no pedirme ni la hora… que años ha que no gasto reloj…

    Encima que te felicité el post… Si es que es verdad: es dar margaritas a los cerdos… ¡qué desperdicio!

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  6. Perdón por la interrupción Hairy, se me quedó algo en el tintero.

    Franco, qué aburrido sería el café si no fuera por todas estas instancias que nos prodigas para hablar con el corazón en la mano y poner nuestra vida entera sobre la mesa. Si la entrega de la espera movió el interior de la tertulia, pues bienvenida!!!!! La espera es, en sus infinitas dimensiones, una de las constantes que marcan nuestras vidas. Cualquiera sea el apellido que le quieras poner (angustiosa, culpable, esperanzada, excitante, etc.) nunca deja de ser espera. Yo personalmente siempre ESPERO tus gratísimos posts. Y los espero con alegría y con la certeza de que siempre moverán algo en mi interior que me motive a pensar, a encontrar respuestas a temas abiertos en mi vida, a compartir con los tertulianos, en fin, a disfrutar y a nutrirme cada día de la amistad aquí surgida.
    Te espero siempre. Los espero a todos. Feliz fin de semana.

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  7. No dejé bien sentado por mi parte anteayer que el sexo entre más de dos (y voy a centrarme en el caso de los tríos, que es, quizás, el más habitual y del que puedo atreverme a hablar), es más, mucho más que preferible que tenga que ser, como dice Hairy, la suma de uno en uno, ya que cuando dentro del grupo hay una pareja más o menos estable (hablo siempre, lo repito, según mis experiencias), el invitado acostumbra a quedar como el tercero en discordia, ya que por poco observador que uno sea, se da cuenta de que, poco a poco, acaba siendo alguien a quien se ha invitado para ser motivo de la morbosidad de la pareja -¡y sienta fatal, puñeta!- o también puede suceder que alguien quien, sin comerlo ni beberlo, acabe encontrándose entremedio de una pareja a causa de problemas, llamémoslos de convivencia, que nada tienen que ver con la finalidad por la cual él había aceptado la invitación.

    Buena observación, también, la de Hairy en lo referente al campo neutral en el caso de que haya una pareja entre los tres: Mobiliario, objetos e incluso el color con el que estén pintadas las paredes interfieren, se quiera o no, de alguna manera en el subconsciente de sus propietarios y también en el del “añadido”, ya que en un hotel o en un apartamento alquilado nada es de nadie y todo tiene un aire despersonalizado, en cambio, en un domicilio que comparte una pareja, el tercero incluso tiene que pedir permiso -sé que lo llevo al límite- para utilizar este o aquel cenicero.

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  8. Ayer no tuve tiempo de contestar estos nuevos comentarios, así que aquí vengo,
    Hairy, querido...
    primero, ya que has nombrado el episodio del reto... (que fue así, nadie lo dude), pues... nada, que tus retos para mi son oro puro... que siempre hay uno de los dos hermanitos -y más tratándose de mellizitos- que tiene la función de poner orden en todo, aunque sea a lo nazi, y para eso, nadie mejor que vos. No tenés una idea de lo que me ayudan esos retos, je. Lo de los canallas argentinos... bueno... que si sigo comentando eso acá, no terminamos nunca, así que pasemos a los tríos.
    Muy atinado tu comentario, querido.
    Pero ese, a mi modo de ver, es solo un caso. Y creo que bajo este cariz, podríamos encontrar tantas combinaciones de circunstancias como combinaciones tiene esta tríada.
    Sí, tenés razón, cuando tenés razón, tenés razón.
    Muchas veces, sin embargo, no se trata de parejas consolidadas, o abiertas, o con las cosas muy claras, etc... sino de parejas que buscan darle un aire nuevo a su relación ya desgastada e invitan a un tercero para "renovar" cosas que han quedado como aletargadas, incluso y sobre todo, la motivación sexual. Conozco casos así. No sé bien en que terminan esos "experimentos", pero bueno, es de suponer que la pasan bomba. O no. QUién sabe.
    El 1+1+1 , claro, lógico... pero... sea como sea... cómo puede uno "manejar" cualquier situación cuando de afectos más comprometidos se trata...???
    Yo, al menos, me declaro incompetente.

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  9. más tarde sigo... me tengo que ir!

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  10. Deepsouth,
    tus comentarios están hechos con la franqueza como cuando alguien sincero te da la mano.
    El café sería aburrido??? mmmm... me cuesta pensar que este café se ponga aburrido, no, no lo es, claro, y gracias por darme algo de de mérito en eso, pero lo que me maravilla del café, es que es un eterno ida y vuelta, porque lo que muchas veces tal vez se esté esperando de los post... en realidad no es una propuesta que parta de mí, sino que, muchas veces, es la reacción y una respuesta a partir de muchos de vuestros comentarios, inspiradores de nuevos temas que a la vez generan mi búsqueda incansable por la red para aunarlos en un post. Es así... y me encanta eso, porque nunca tomé esta actividad como sólo de salida... me siento parte de esta rueda incansable de opiniones y aportes de lugares tan opuestos de nuestra geografía. Gracias.

    Albert,
    claro, es como digo en mi respuesta a Hairy... en realidad, creo que estamos haciendo conjeturas de que podría pasar en tal o cual caso...
    es lógico que para un planteo sexual tal, hecho de antemano, y no casual, como tantas veces se da en un sauna, en una tetera, cine, lo que sea... ; es decir algo que se planea o se acuerda de antemano... si las tres partes están realmente seguras de lo que van a hacer... adelante, ya sea 2+1, 1+2, 1+1+1, o lo que sea.
    Creo que el atisbo más insignificante de inseguridad, irremediablemente provocaría en la acción, en los hechos, algo que puede ir de un ligero sinsabor, a un desastre sexual y emocional de proporciones.
    Insisto... no me considero competente.... pero.... eso no quiere decir que pueda ser capaz de hacerlo (como ven, no soy para nada cerrado) (ni tonto, claro, jejeje).... es como todo, y yo, empírico a rajatabla: todo es entrenamiento y práctica, después de todo.

    Tres besos.

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  11. Yo, entrecuzo lo dicho por vosotros: Albert, esa incomodidad de la que hablas es, como diría ConMaduros, la “cosificación” que puede hacer la pareja que invita a alguien a montar un trío. Bueno, puede ser molesto, sí, claro, a nadie le gusta que le traten de “cosa”; pero si eso queda patente desde el principio, sin ambages y de una forma clara y directa a mí, personalmente, no me molesta en absoluto pues, no nos engañemos, la pareja no busca un tercero a modo de “concubino estable” o para montar una reedición de una pseudoidílica comuna hippiosa… Y yo, en un trío, no busco jamás el Santo Grial de la felicidad conyugal, ni que me lleven al altar…

    Resulta mucho más insoportable la cosificación a la que, en otro orden de cosas y en otro tipo de comunicaciones/relaciones –que no tienen, necesariamente, porqué desembocar en un trío- se puede llegar a someter a una persona por la hipocresía de algún falaz vendedor de humo; cantamañanas mareante de pedices que, todo ambivalencias y prometiendo el oro y el moro, luego, a la hora de la verdad, resulta ser la quintaesencia del topicazo cobardica frivolón gay, pues por muy abiertos y lanzados bólidos que se pretendan, a esa hora de la verdad, ni a maricón llegan por falta de cojones cuando la situación lo merita.
    Que, a ver, que ser mariconísimamente frívolete es una respetabilísima opción pero, a las claras y de frente. Desde el minuto uno y dejándolo bien, bien y bien clarito (sí, así: por triplicado). Que a partir de una edad y una experiencia, a los frívolos se les ve venir una hora lejos por trasnochados como a los cojos se les ve hasta sentados.

    Y respecto al “campo de batalla” años llevo teniendo presente que nada como el terreno neutral que da un hotel o apartamento. O sea: ni mi casa, ni muchísimo menos, la tuya!!

    (sigo abajo)

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  12. (cont.)
    Esa independencia –tan necesaria en mí forma de ser- no tiene precio. Bueno, sí: lo que vale un hotel o apartamento. Bien es cierto que, circunstancialmente y de forma excepcional, alguna vez me vi, digamos, “obligado por las circunstancias” y en aras a la buena fe, a no disponer de la posibilidad de acceder a ese terreno neutral y a tener, sí o sí, que acudir a casa ajena… sin alternativa potable a mano…
    …quedándome, una vez más, absoluta y predeciblemente confirmado que la hospitalidad es un uso social totalmente extinguido pues, como bien dices Albert –para nada llevaste el ejemplo al límite: seguro que todos hemos vivido situaciones así de reales y ásperas e, incluso, más extremas, doy fe-, tienes que ir “levitando” por el domicilio y sin respirar pues, de previas, la cosa empieza que eras “divinamente invitadísimo” a su “divinamente conchetísima (=pijísima) morada”, todo ello, en previas, trufado con los consabidos “¿Un hotel? ¡No, por Dios! ¡Por favor! ¡Si mi casa es tu casa! ¡Nada, no se hable más, te vienes y encantados”… Y bla, bla, bla… y, de golpe, resultas un soberano coñazo, un insoportable estorbo… al que no saben cómo darle la patada en el culo y el portazo de rigor…
    Sólo hay que recordar -¿verdad, amigos?- las caras de alivio de esos incordiales pseudoanfitriones cuando soltamos aquello de “bueno… esto… yo… me voy ya… que llego tarde…” sí…, caras de alivio indisimulado, como el que lleva días estreñido… ya sabéis… y que, por fin… evacúa… ergo, dejándote la metáfora a nivel de zurullo…

    Y eso me lleva a enlazar con lo dicho por Franco: a ver, si el asunto para mí es que, en la mayoría de las veces del 2+1 ó 1+2 no es cierto que busquen “renovar sus votos” experimentando nuevas emociones… en realidad, la pareja esconde un trasfondo de crisis conyugal que intentan resolver, sea comprando un perrito, sea teniendo un hijo o sea haciendo un trío… a cual de las tres más nefasta e imperdonable elección.

    Y ahí es a lo que voy y que enlaza con lo dicho párrafo arriba: ¿Por qué? ¿Para qué? ¿A santo de qué mentirse y, sobre todo, engañar a un tercero de buena fe?
    No se, pienso que resultaría mucho más honesto en el caso citado en el párrafo ut supra reconocer que, en el fondo, esa persona no sabe estar sola, pero tampoco acompañada y, en éste segundo, que la pareja tuviese la mutua sinceridad de echar el freno de mano a tiempo, mirarse a los ojos y, con toda la calma y serenidad posibles, iniciar su final de trayecto… procurando despedirse lo menos doloso posible.

    Pero, quizás, en realidad, lo que estoy pidiendo es tener un arrojo, un valor de honestidad, de sinceridad, en un mundo demasiado acobardado… en el que las personas tienen miedo… pero de sí mismas...

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  13. Ay pues a mi el 2+1 me chifla, que me encanta que me cosifiquen y me usen como un juguetito calentito y carnoso para darse morbo dos aburridos conyuges. Y que me follen en su cama, claro, que luego quedarán ahí mis olores, enranciándose en su dulce tálamo. Ay!

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