Tim
Jueves: Tim Kruger
Y una verga para corajudos.
De la belleza clásica
Contrariamente a los gustos actuales en donde el tamaño sí importa, en la antigüedad, Grecia lideró la tendencia a valorar y admirar a los penes pequeños, que ensalzaban las virtudes esenciales de la masculinidad. Por tanto el miembro pequeño era un aspecto codiciado en el macho alfa. Pues los hombres ideales eran dioses, héroes, atletas, etc., y todos ellos eran representados con genitales minúsculos y nunca erectos, mientras que las vergas gruesas, a menudo excitadas, peludas y descomunales correspondían a los sátiros o a todo tipo de hombres que de las más altas virtudes descendían a los más oscuros vicios, a la decadencia y al caos. En definitiva, el pene grande, para los antiguos griegos, describía al hombre vulgar, salvaje y bárbaro. Tantas veces nos hemos intrigado por lo excesivamente pequeños que a veces aparecen los penes de las estatuas clásicas, pero claro, lo bello, era otra cosa. La galería de hoy no olvida aquellos principios apolíneos. Veamos:
Hola muchachos! Hoy si que subimos la punteria tio querido! ESTA BESTIA ESTA DE DIEZ!Sabes como se doma un potro tio? Con mucho afecto, caricias en el lomo, besos en la cabezota , roces de nariz por sus pelacos...y no hay caballo que no ceda ante el trato de su domesticador...ya lo decia Saint Exupery...veni Tim que te domestico, coraje sobra, ganas tambien y afecto..a raudales!
ResponderEliminarUn besote para todos los potros , potritos y sementales de este stud..digo de este cafe!
Besos.
Claro, Turquito,
ResponderEliminarSí, exacto... Como decía Saint-Exupery: "Qué pedazo de poronga!!!"
Éste muchacho está muy mal proporcionado, pues nadie me lo ha proporcionado a mi.. Que ricura de potro, pues.. Lindo jueves a todos, hoy toca una cerveza en vez de cafe..
ResponderEliminarMis queridos amigos: muy buenas tardes!
ResponderEliminarLo más delicioso de los 2 días anteriores fue sin lugar a dudas el sainete que los 2 hermanitos se aventaron el uno contra el otro... ¡fue un DUELO FANTÁSTICO! ¿Quién fue el ganador? Hubo más de uno y no fue ninguno de ellos... ¡fuimos todos los tertulianos! Como dice por acá un cronista de futbol: fue un "¡Tuya!, ¡mía!, ¡tenla!, ¡te la presto!" en mesas opuestas del café; uno en cada una... ¿qué hicimos los demás? Nada, nada... simplemente admirar desde la barra con una sonrisa enorme de oreja a oreja...
Como una forma excelente de no fomentar la violencia en este mundo tan estresado; ruego a Dios que todas las peleas del mundo sean así... con palabras hermosas salpicadas de destellos picantes. ¡Espero tener algún día de mi vida el gratísimo honor de presenciar en directo un tête à tête entre los dos tetes; una caipirinha a mi derecha... y El Turco a mi izquierda!
Mil besos y abrazos a todos y cada uno!!!
Ganti,
ResponderEliminarJajajajajaja...! me encantó tu comentario. Sí... no hay cosa más mal proporcionada que la que no se le proporciona a uno.
Y joder que este señor está mal proporcionado... con solo ver la foto 8 (mi preferida), queda eso bien claro!!!
Manu,
si sabía que la cosa iba a estar tan concurrida con lo del duelo hermanístico, ponía unas tribunas y cobraba entrada...!
A propósito, creo que es pertinente aquí hacer algunas observaciones acerca de los últimos comentarios de mi querido y nunca bien ponderado hermanito. Para eso, no hay más que ir al post de ayer y leer la sarta de barbaridades -lindantes con lo absurdo- que el catalán se da el lujo de deslizar, así como quien no quiere la cosa.
A ver, en cuanto al punto 1:
Querido tete... ¿siempre tomas las frases como la de los 800 barcitos, en su sentido literal? vamos, corazón... un poco más de simbolismo, no?...
punto 2:
Joder!!!!... el imborrable y maravilloso recuerdo que dejaste en ellos...(los del bar, claro, claro)... uich... ya me imagino, te deben recordar por otras cosas, y no precisamente por tu encanto arrollador... ¿no te habrás ido sin pagar?
punto 3:
qué coraje tenés al decirme eso!!! la Wikipedia (o algún librito de vez en cuando, que no muerden), es lo que tendrías que agarrar vos, digo, como para no andar confundiendo músicos con pintores, por ejemplo.