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De la belleza clásica
Contrariamente a los gustos actuales en donde el tamaño sí importa, en la antigüedad, Grecia lideró la tendencia a valorar y admirar a los penes pequeños, que ensalzaban las virtudes esenciales de la masculinidad. Por tanto el miembro pequeño era un aspecto codiciado en el macho alfa. Pues los hombres ideales eran dioses, héroes, atletas, etc., y todos ellos eran representados con genitales minúsculos y nunca erectos, mientras que las vergas gruesas, a menudo excitadas, peludas y descomunales correspondían a los sátiros o a todo tipo de hombres que de las más altas virtudes descendían a los más oscuros vicios, a la decadencia y al caos. En definitiva, el pene grande, para los antiguos griegos, describía al hombre vulgar, salvaje y bárbaro. Tantas veces nos hemos intrigado por lo excesivamente pequeños que a veces aparecen los penes de las estatuas clásicas, pero claro, lo bello, era otra cosa. La galería de hoy no olvida aquellos principios apolíneos. Veamos:
¡Hooola!
ResponderEliminarHe estado ausente aunque espero que mi voz aún los toque. En estos días hay mucho material que comentar pero me resulta difícil por la carga de docencia que tengo en estos momentos.
Señor Don Turco ¡Aaah! (suspiro) que puedo decirle a usted… No se me “achicopale” ni “agüite” (no estés triste) porque a veces no tienes respuesta a tus comentarios. Así es, Señor de las MAYÚSCULAS. Sépalo usted bien, que yo lo sigo por la corriente de empatía que tengo con Ud., y así como concuerdo en algunos temas, así también discrepo de otros, así me haces reír con tus ocurrencias, así también se me paran de punta los pelos con ciertos temas, pero no deja de ser interesante para mí lo que escribes. Sigue haciéndolo por favor.
Creo que la mayoría valora el gentil gesto de las cortesías en las respuestas, porque permite seguir en un diálogo. Pero si no las hay no me preocupa, porque escribo en primer lugar por el placer que me causa hacerlo y si alguien le agrada ya es un doble regalo.
Así, en este sitio me he encontrado inesperadamente dos excelentes personas con las que voy labrando la ruta de la amistad de manera honesta y divertida. Para ellos desde aquí un noteolvido a cada uno.
Aprovecho para compartir con ustedes una entrevista a un gran flautista mexicano, Don Horacio Franco y un gran intérprete del cello Don Asaf Kolerstein (Pica AQUÍ para escuchar la entrevista), que tocan obras de Bach compuestas para clavecín y que son estupendamente adaptadas para flauta y cello y también obras de mi querido Vivaldi.
A Don Horacio lo oí por primera en vivo, en un homenaje en el Palacio de Bellas Artes al gran artista plástico mexicano Don Juan Soriano mismo quien fue calificado durante su niñez como el “Mozart de la Pintura”. (Don Juan murió un año después de aquel homenaje). En ese concierto-homenaje quedé completamente embelesado por el virtuosismo de Don Horacio y más cuando aprovechando la esbeltez de su cuerpo adornado con sus muy redondeadas nalgas, caracterizó a un fauno que en la mitología romana era el portador de alegrías, y esposo de la ninfa….no lo van a creer…de la ninfa ¡Marica! Jejeje. ¿Ya ves cómo divierte escribir Señor Don Turco?
En este video podrán disfrutar, además del virtuosismo de ambos músicos, de la notable capacidad de D. Horacio para dar lecciones de música e historia musical para legos como yo, así como de los divertidos comentarios, cómo del porqué Kolerstein estudió matemáticas. No dejo aún de sonreír, que tipazo este Asaf de verdad, dan ganas de abrazarlo. No se puede dejar de menciona que Horacio Franco genera mucha polémica por su música y sus preferencias –está en la misma nota musical que nosotros - , pero para mí escucharlo en vivo significó recordar un dulce momento con un amigo judío que tocó la flauta en el precioso bosque de Erongarícuaro. Que lo disfruten.
Abrazo.
Ps. Don Franco, un abrazo con el corazón para usted por su comentario, fue oportuno y amable. Me hizo sentir bien. Gracias.
Uy, uy, uy...
ResponderEliminarEl muchacho de la flauta...
Ufff...!!!!!!
Estuve viendo otros videos relacionados, y en algunos parece que después de la presentación a continuación lo que va a seguir es una película porno y que Horacín se va a meter la flauta en algunos sitios más, aparte de la boca...!
Esa foto con la flauta entre sus pectorales...!!! (lástima que sea tan lampiñito!)
Muy interesante. No conocía a este flautista. Pero... sinceramente, debo decirte, Don Pepe, que me pareció un músico más atento a cómo envolver el producto que al producto mismo. Sí, muy virtuoso, eso es indiscutible. Pero bueno, mi opinión es muy personal, también debido a que no puedo concebir la música de Bach con tanta ampulosidad, con tanta velocidad casi lisztiana y si se quiere "espectacularidad" a costa de su compenetración más íntima y profunda. Pero no sólo se pierde esto, sino algunas cosas más elementales, como tocar las notas reales... y también la sincronía con los otros músicos. (en este caso, mano derecha del clavecín -la flauta- y la mano izquierda -cello-)
Creo que a Horacio Franco (me gusta como suena el nombre, je) se lo ve mucho más cómodo, y por tanto lo disfruto más, cuando se mete en su propia música, en la que se expresa como creador o improvisador, como ese recital en Japón. Pero como te decía, todo esto es una apreciación personal.
Bueno. El resto de la entrevista no la atendí muy bien, porque estuve pendiente de que a Horacito se le escapara un pezón al aire... ¡uich!
jajajjaja..
Fuera de broma, mucho de lo que se dice en esta entrevista acerca de la cultura de una sociedad y sus "tragedias educativas", es también lo que pasa en la Argentina. Hace décadas, Buenos Aires era considerada la "capital cultural de Latinoamérica", sin embargo hace mucho tiempo que México nos ha superado en esa jerarquía, y sobre todo en el ámbito de la educación universitaria. Pero así y todo, parece ser que algunos problemas comunes, tal vez sean la característica de esta "región" americana.
Don Franco,
ResponderEliminarYa te decía que el tipo genera polémica, tanto entre los músicos como entre los legos. Algunos comentarios no dejan estar sesgados por un nacionalismo mal entendido casi chovinista y otros quizás por algún celo con tintes homofóbicos. Vaya uno a saber, pero como dicen los amigos colombianos, “entre gusto y gusto, no hay disgusto”.
Bueno pues que decir que tu comentario me ha puesto a estudiar, sólo espero no dormirme y dormir en las clases a los alumnos por esta desvelada. He aprendido un poco más (lo cual es algo que siempre valoro en estos diálogos), pero finalmente me confieso lego en el tema, así que recurro a mi oído y mi sensibilidad por lo que concuerdo contigo en que Horacio pueda poner más atención a la velocidad de la ejecución de la flauta dulce en la obra de Bach que en la armonía.
Tu comentario sobre la ejecución de la música de Bach, me hizo recordar otra persona sobre la ejecución de una obra de Bellinzani por Don Horacio Franco “Gran velocità che stanca subito, e la finezza della musica italiana non si sente neanche da lontano. Succede quando si vuol far ascoltare il musicista e non la musica!”.
Lo que si te puedo decir que en el concierto homenaje a Don Juan Soriano, fue una belleza en su interpretación con una cadencia mágica en su ejecución, que hacía que la flauta sonara realmente dulce.
Jajaja no tienes perdón de D-s, cómo que poner más atención al escape del pezón de Horacio que a su ejecución. Jajaja. ¡Te pasas! Finalmente, admiro la tenacidad de Horacio, su actitud y la gran labor de difusión para que haya más interés en México en la música renacentista y barroca en México. Y aunque no me anima ni un pelín en otro plano, me encantaría platicar con él...
Sobre Argentina como la capital cultural de la América Latina, no podemos dejar de reconocer la etapa dorada de ustedes en el desarrollo de las artes, y sobre todo en el ramo editorial. No sé que les habrá pasado al respecto, pero definitivamente la labor editorial y desarrollo cultural lo retomó México a pesar de su pobre política cultural, creo que en gran medida por que los mexicanos tenemos una gran riqueza y tradición que siempre busca la oportunidad de emerger aún en tiempos de crisis.
Abrazo