La escena

Me parece que el dibujante tendrá que usar un tamaño de papel más grande.


Comentarios

  1. Oh !!!!
    Lalga y golda con lo que tengo me alcanza

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  2. ¡Buen día!

    Sí, mínimo necesitará un DIN-A0 para que quepa todo ese salamón!

    Y por ayer:
    sí, se porqué se llaman "a la napolitana"; lo im-per-do-na-ble, tete, es que vos no lo sepas... viviendo, como vives, en la ciudad del Luna Park... (y ahí ya te doy una primera pista...)

    Luego vuelvo y lo aclaro.
    ¡Hala! me voy a comprar entrecots, o sea, bifes de chorizo, o sea, chuletones; que tengo mono proteínico y sólo me faltaba ver el pedazo trabuco de hoy.

    Bacci a tutti!

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  3. Yo veo ese pedazo de carne y me entran ganas de darme latigazos en la cara. Y si se me moja, mejor.

    Un beso.

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  4. Bueno, no me acuerdo bien (qué raro sho), pero creo que la milanesa a la napolitana la inventó un tipito que tenía un restaurante que se llamaba Napoles, o algo así (o el tipo era napolitano, no sé), y que quedaba en el barrio del Luna Park. Se hizo muy popular pero todo el mundo creía que en realidad se trataba un plato típico de Nápoles.
    Imperdonable que no lo sepa? Pero querido... al contrario... no sería argentino, que la costumbre aquí es no saber el origen o el porqué de las cosas. (así nos va...)

    Conrado:
    Uich!, ya veo cómo te moviliza el arte...
    Te comprendo... yo no sé cómo podría concentrarme si fuera un estudiante de dibujo en un atelier con modelo vivo...

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  5. En efecto, tete: veo que, al menos en esto, la memoria no te falla, pues cuenta la leyenda que, una noche, ese restó que mencionas, situado en las inmediaciones del Luna Park (para los neófitos: la versión porteña –mucho más grande, ¡por supu!- del Madison Square Garden) recibió, a la finalización de un evento celebrado en dicho recinto, una gran e inesperada afluencia de publico famélico.

    Ante lo imprevisto de la avalancha de comensales dispuestos, sí o sí, a cenar; a lo intempestivo de la hora y, por tanto, a la imposibilidad de avituallarse en modo, el propietario se las tuvo que ver y apañar para dar de comer a todos de una forma rápida y eficaz, por lo que recurrió a la sacrosanta improvisación latina.

    Para ello, utilizó las viandas que en aquel momento tenía en su despensa y hete aquí que, tal cual explica mi mellizo, armó la combinación y, cuando la presentó, le preguntaron “qué era eso”: y el tipo, las bautizó –así, con dos cojonazos- como las ya míticas “Milanesas a la napolitana”; nombre que, como todos sabemos, es una somera y rotunda contradicción en sí misma pues, quienes conozcan algo de la cultura gastronómica italiana sabrán que ésta es, sin duda, una de las más ricas, variadas, recursivas e ingeniosas del mundo peeero… también es reflejo de su propia geografía, de su historia y muy estricta con ello, con lo que no juegan; ergo, en la península de los “terroni” y los “polentoni”, en la tierra de los “Capulettos” y los “Montescos” jamás, pero jamás de los jamases se les ocurriría aplicar ese término uniendo toponímicos geográfica, histórica, social, gastronómica y culturalmente tan antagónicos como enfrentados.

    Vamos que, con un nombrecito así, cualquier italiano (empezando por mi padre) se tiraría de los pelos a los gritos; pero esas cosas, claro, sólo se pueden dar y hacer natural y deliciosamente en La Argentina; tierra de recursos y a cuyo ingenio nadie le puede negar saber sacar partido y tener maña, sobre todo con las ‘cacerolas’… ;)

    Por cierto, ahí va una variante tanto o más exquisita y, a la vez, más saludable; apta para quienes, como mi hermanito, son una bomba de colesterol con patas:

    Todo igual, pero, la carne, empanada tal cual narró, en vez de freírla en sartén con aceite, se cocina al horno… y, una vez RUBIA (ahí le has dao en el clavo, hermanito: no hay cosa más espantosa que un “requemao”), se cubre con la salsa y el queso (por este orden) y se da un “touch” final de gratinado…

    Finísimas, oiga usted…

    Y para los más osados: atrévanse a poner en la salsa unas cuantas alcaparras y unas gotitas de limón… Gloria Bendita in Excelsis Dei…

    (Nota: para no quedar de repelente, todo esto lo transcribo según me informa mi ”Gran Garganta Profunda Argentina”, (nótese, caballeros que, al ser argentina, tuve la precaución de poner “Gran” delante, no sea que se me enoje; y lo de “Profunda” pues sí, por equiparable al Gran Cañón del Colorado y al Tunel del Montblanc juntos)

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  6. ¡Hola, amigos! Aquí en mi tierra está haciendo el clima de entretiempo que tanto nos caracteriza y a la vez tanto nos fastidia... como bien dice la primera frase de Penélope Cruz en "Volver", muy hispana; ¡Un viento de los cojones! En fon... me vengo a refrescar un poco de tanto polvo (no es de extrañarse; estamos en pleno desierto) con una soda italiana con mi sabor favorito (yerbabuena) que le voy a pedir al buen Ortolani para seguir en la onda gastronómico-geográfica de Zipi y >Zape (qué majos tan cultos, chingao! da tanto gusto aprender de esta manera)... ¡y qué veo por aquí! Justo lo que pensé hace unos días... ¡la cámara escondida del atelier de Javier Mza! No creas que no me has traído dando vueltas, mendocino... bendito artista de placeres... GGGGRRRRRRRR...!!!

    En esta escena veo a artista y modelo en plena complicidad sensual... porque como nieto de pintor que soy, sé que el artista prácticamente le hace el amor a su modelo mientras lo está plasmando en el lienzo o en la hoja... lo repasa con la vista y parece que lo está acariciando... luego esa caricia se materializa en las líneas, en los trazos... con brío, con calor... con una excitación de los sentidos que de un momento a otro se pondrá de manifiesto en el cuerpo... y ambos se dejarán llevar porque aquí la distancia entre la pasión del arte y la pasión de la piel es sólo una línea...

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  7. Hola! La escena de hoy me transportó automáticamente a Mendoza. Veo en ella a un émulo del pintor cuyano en plena tarea. Pintar esas dimensiones...si no hubiera visto al modelo, al ver la obra diría que el artista perdió las proporciones....pero no, son las reales.

    Ayer mi ordenador me jugó una de sus putas bromas y no se por qué coño no publicó mi comentario sobre Pistol Pete. No siempre el culpable es putoblogger, hay que reconocer.

    Bueno, quise decir al Turco que pensara un guión mas para la secuela de La pistola desnnuda 69. Yo le proponía "Pistol Pete, la pistola más rápida de nuestro oeste"; claro, no solo los yankis tienen oeste, nosotros tenemos a Merlo, Morón, Moreno, etc.

    También te decía, querido Turco, que claro que te extrañamos cuando no estás, cuando ese puto ordenador (como el mío) se atasca de pelos y efluvios corporales. Pero vos, sos como el sol de la canción de Marilina Ross, "aunque no lo veamos, el Turco, siempre está". Grande Turco, ma qué pedazo de carne peluda sos vos, vos sos una media res entera llena de pelos y mucho mas... Turquito con todo cariño, ehhh...

    Besos a todos.-

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  8. Salù la barra! Nadie quiere probar el salame de milan? jajaja,Aunque en esta escena veo al querido artista rosarino don sebas dibujando aun primito mio que supo hacerse famoso por holliwood , pero que no llego virgen al pais del norte...cuentan las malas lenguas que el pintor tiene un pincel muy peludo y mucho mas grande y de envergadura que el modelo...OOOHHH!!

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