Papá y yo


























































Comentarios

  1. Ouch!!! Touché. Otro de los temas profundamente conversados con Don Pepe ayer. Solo puedo decir que mi padre es el sol de mi vida, aunque en este respecto todos mis días estén nublados. El tema ha sido apasionadamente debatido anteriormente, aunque siempre desde la perspectiva del adulto que se involucra con un menor (lo que implica debatir las nociones de abuso, consentimiento mutuo, etc. Con el tiempo me he dado cuenta de que varios de los tertulianos tienen mucho que aportar en el sentido inverso, es decir con respecto a sus propios padres.

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  3. Hola a todos,

    Vengo del post de ayer y, una vez más, se confirma la magia del lugar:
    lo que se explica aquí, en VH, no se lee, ¡se vive!

    Y sí: leyéndoos, 'viviéndoos', hoy me siento como un niño extasiado ante sus papis.

    Por eso, gracias, muchísimas gracias por compartirlo con todos nosotros.

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  5. Amigos tertulianos... al igual que ocurre con el Gitano Nazi, estoy todavía flotando en el éxtasis en el que nuestro queridísimo Huaso Colorino y mi inenarrabilísimo Huracán Arrollador nos dejaron con sus respectivas reseñas; cada cual en su más puro y natural estilo. Préciense de haber ocasionado unas cuántas lagrimillas en este humilde servidor... en efecto, los vivimos DE CORAZÓN. ¡GRACIAS HOY Y SIEMPRE POR HACERNOS PARTÍCIPES EN ESPÍRITU DE ESTE GRANDIOSO ENCUENTRO! Y tiene un valor especial, porque este espíritu cuenta por el de todos nosotros... y se quedará vivito de aquí a la eternidad.

    Del post de hoy hay mucho por comentar... pero eso lo dejo para un rato más porque ando a gorro; me tomo el jugo de naranja que me acaba de recomendar el dentista y me voy corriendo... ¡Los veo al rato, señores!

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  6. uahhh!!!!! todavia me acuerdo el dia que vi que un primo mio le hacia un pete a mi viejo calentura padre me agarró!!!!!!!!!

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  7. Querido Franco, amigos de la barra,

    La vida me ha enseñado que se puede tener talento, pero cuando se conguja con la oportunidad, el efecto es espectacular.

    No se cómo le haces y no me interesa saberlo en este momento, sólo gozo tu selección de fotos de este tema y hay tantas que me gustan que tengo ya dos historias de vida y una ficticia. Desafortunadamente este dia ha sido de laburo como dicen ustedes que culmina con una cena de trabajo en un momento más. Espero tener oportunidad de escribirlos pero no se sí estén a tiempo para este post.

    Volviendo atrás sobre lo del lunfardo y el caló mexicano, en el cual veo que te defiendes bien, recuerdo una historia tuya de tus tiempos de todo relatos en el que el papá regresa de México y el hijo expectante lo espera. Si no mal recuerdo, también se asoma en la historia el tío Octavio hermano del protagonista.

    Sobre el de amedrentarme, mi querido amigo, sábelo bien que no. Cuando disparas salvas yo tiro directo y al asterisco. Jejeje. Pero seguiré tu consejo y estaré incursionando en el lunfardo para divertirnos más.

    Nos vemos al ratito.

    Abrazos incestuosos,

    Don Pepe

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  8. Buenas!!! Quien se va sin que lo echen...vuelve sin que lo llamen. Estuve faltando unos dias, pero aqui vuelvo y me encuentro con dos fotos muy tiernas, la 13 y la 14. En una un caballero ayuda a bañarse al joven. En la siguiente el joven sujeta la pierna de un señor. Esa es la que mas me gustó.

    Besos.-

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  9. Bueno, ya estoy aquí por fin de vuelta... disfrutaré, como dicen por ahí, de unas pequeñas vacaciones "no sé si merecidas, pero sí muy necesarias"... jejeje.

    Las imágenes de hoy me son tan personales porque me recuerdan el hecho que desde siempre me ha gustado la gente mayor que yo... muy rara vez me han atraído mis contemporáneos; y ya ni hablar de las nuevas generaciones... no porque sean malas o insípidas; sino porque en mi muy particular gusto, siento (y sentí desde siempre) que un hombre tiene más que ofrecer que un joven. Sin ir más lejos, el aspecto del vello que siempre me ha atraído y que para mi es sinónimo de dos factores vitales: virilidad y madurez. Creo que alguna vez anterior les platiqué de un barbón peludo de ensueño que atrendía en la tienda que estaba cerca de mi casa y a la que de más jovencito iba a comprar refrescos... pues ese hombre macho, bienb plantado, con una cadena de oro sobre el pecho que refulgía enmedio de ese pelambre oscuro que se podía ver gracias a esos deliciosos tres rigurosos botones que se quedaban abiertos, fue el que provocó mis primeras fantasías: ¡soñaba con quedarme a solas con él en medio de esa tienda para someterlo y ponerme encima de él para poder acariciar ese pecho a placer! ¿Quería hacer algo más? No, mi imaginación no daba para tanto... yo sólo quería tocar ese pecho (ahora de adulto quisiera hacer muchísimas cosas más que involucren otras partes del cuerpo y otras acciones a ejecutar... jeje).

    Este recuerdo de tiempos pasados viene al caso por lo siguiente: se hablña mucho de que estas fotos son "perversas", "sucias", "pecaminosas" porque se ve a hombres maduros dominando a jovencitos. Yo quisiera saber en la realidad... ¿cuántos de estos señorones cayeron redonditos ante la sdeducción de esa "piel de manzana", como cantaba Serrat? Y estos jóvenes no la han de haber vendido... ¡la ofrecieron en charola de oro, cómo no!

    Aunque también está la corriente inversa... ¿cuántos de estos jóvenes sucumbieron ante el bouquet añejo que da una piel y una mente curtidas y plateadas por el paso del gran Cronos? Yo esty seguro de que, si en mi juventud me hubiera encontrado a un zorro plateado o a un diestro sabueso que hubiera querido presentarme y enseñarme las delicias del placer entre los varones... ¡sí le habría dicho qe SÍ sin dudarlo!

    Ahora bien... ¿esto en realidad lo es todo en una relación así? Yo creo que no... a diferencia de los amantes "contemporáneos" en edad, donde quizás el aspecto fisiológico podría predominar, creo que aquí hay más que el simple deseo... esa corriente de enriquecimiento y aprendizaje que puede generarse entre jóvenes y maduros siempre me ha parecido FASCINANTE. En la cama es delirante; pero fuera de ella... ¡se puede elevar a la infinitésima potencia!

    Muchas de estas fotos son deliciosamente embriagadoras... si sólo tuviera que elegir una para ponderarla sería la de la sonriente pareja que puede admirarse en la foto # 32. ¿Por qué esa precisamente? Porque aunque la intensidad de los amantes del sillón en la foto # 10 y el trío asoleado de la foto # 39 es envidiable y evidente; es aun más evidente la simbiosis entre estos dos sonrientes caballeros, esa química deliciosa que se percibe que han logrado y que quizás todavía pueden hacer crecer. ¡Eso es lo que vale del intercambio de besos y caricias entre dos generaciones!

    Bueno, esa es mi opinión, nada más.
    ¡Mil gracias por escucharme!

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