De la belleza clásica
Contrariamente a los gustos actuales en donde el tamaño sí importa, en la antigüedad, Grecia lideró la tendencia a valorar y admirar a los penes pequeños, que ensalzaban las virtudes esenciales de la masculinidad. Por tanto el miembro pequeño era un aspecto codiciado en el macho alfa. Pues los hombres ideales eran dioses, héroes, atletas, etc., y todos ellos eran representados con genitales minúsculos y nunca erectos, mientras que las vergas gruesas, a menudo excitadas, peludas y descomunales correspondían a los sátiros o a todo tipo de hombres que de las más altas virtudes descendían a los más oscuros vicios, a la decadencia y al caos. En definitiva, el pene grande, para los antiguos griegos, describía al hombre vulgar, salvaje y bárbaro. Tantas veces nos hemos intrigado por lo excesivamente pequeños que a veces aparecen los penes de las estatuas clásicas, pero claro, lo bello, era otra cosa. La galería de hoy no olvida aquellos principios apolíneos. Veamos:
pijona común la de Hank uno de los pocos que los bigotes le quedan calientes
ResponderEliminar¡Hoooola!
ResponderEliminarQue rica mañana de domingo, toda húmeda y fresca.
Recuerdo muy bien a Hank Ditmar. Me gusta la vista de perfil de esas nalgas tersas entre la redondez seductora y la fuerza de la cuadratura masculina. Hank tenía un hermano que también posó para Colt sino mal recuerdo..
Bueno, unos chistecitos para quitarse la modorra del domingo vintage.
Era tan viejo pero tan viejo,
Que en un lugar de espermatozoides
Tenía espermatosaurios.
Este es el Turco muchos pelos que va al médico
El turco pregunta, doctor, doctor , ¿dígame que padezco?
El Doctor D. P.: padece un osito.
Besos Turquito,
Jajaja
¿Cómo se dice eyaculación precoz en japonés?
Respuesta: Ya ta.
Querido Sebas como colega, seguramente habrá escuchado esta conversación de sus alumnos...
¿CÓMO TE FUE EN EL EXAMEN?
¡MAL! DEJE LA HOJA EN BLANCO ¿Y TÚ?
¡TAMBIÉN!
¡NOOOOOOOOOOOO! VAN A PENSAR QUE NOS COPIAMOS.
Abrazos modorros
Otro de Pepito
ResponderEliminarPepito aburrido de su gato, se quiere deshacer de el y se lo lleva y lo deja a cinco cuadras de su casa.
Cuando Pepito volvió el gato ya estaba en casa.
Se lo lleva esta vez a 20 cuadras y cuando volvió el pinche gato ya estaba en la casa otra vez.
Lo agarra de nuevo y esta vez se lo lleva 5 cuadras a la derecha, 10 a la izquierda, 2 arriba, cuatro abajo, 15 cuadras de nuevo arriba y lo suelta.
A los cinco minutos Pepito llama a su casa y le pregunta a la mamá:
-Mamá ¿está el gato en la casa?
- Si hijo, porqué?
- Dile a ese mendigo GATO que me perdí.
- ¡Que me venga a buscar!
Don Pepe,
ResponderEliminarjajajajaja.... muy tiernos sus chistecitos, el del osito me mató... una dulzura!