Abrázame


Cuando una vez me preguntaron qué había iniciado en mí esta predilección adoradora de vellos masculinos (fue un entrañable tertuliano rosarino el que hizo la pregunta, para más datos), no tuve que pensar demasiado ni bucear por los recónditos recuerdos de mis comienzos sexuales para dar la pronta respuesta. Fue hace muchos años, y en uno de mis primeros encuentros casuales. No recuerdo demasiado a aquel hombre, pues yo era muy joven. Era casado, de unos cuarenta años, comerciante, y tenía un negocio en la Avenida Santa Fe. Tampoco, y salvo que tenía un tupido bigote, no recuerdo su rostro, ni su voz, ni de qué hablamos. Pero sí me quedaron grabados en la memoria sus brazos velludos -muy velludos- que rodearon mi cuerpo desnudo cuando estuvimos solos en aquella pequeña habitación de hotel. Me sentí atrapado y doblegado por esa amorosa virilidad. La sola visión de esos pelos rodeándome, rozándome, me llevó a un paraíso de excitación. Eran los brazos de un hombre que sostenían, ávidos, a otro hombre. Y esa masculina pertenencia, sensual y contundente, me asombró a tal punto de hacerme sentir que dos brazos sin vello, no habrían provocado tanta conmoción en ese momento.
Creo que ahí comenzó todo. Los vellos se transformaron para mí en la clave que abría instantáneamente la puerta de los goces más deseados, como si fueran indispensables testigos de lo fuerte que es el sexo entre hombres.
Brazos y pelos. Un buen comienzo de delicias indecibles.




































Comentarios

  1. La 35 es muy buena te hace pensar en una pijona del tamaño de un brazo.

    ResponderEliminar
  2. Qué flojos que están todos para comentar....después no se quejen...!. Si, ya sé...qué caradura estarán pensando...este es nuevito, con qué derecho???, pero me chupa un huevo lo que piensen...que si no fuera por Mr. Pijonas.....

    ResponderEliminar
  3. Xavi,
    Creo que cualquier comentario vale la pena siempre y cuando el mismo tenga algo interesante para decir. Es verdad que en este espacio hubo momentos gloriosos en donde el diálogo casi instantáneo entre varios visitantes se disfrutaba tanto activa como pasivamente. Así, hemos asistido a grandes duelos de palabras que han sido sublimes, entretenidos, emocionantes y altamente ingeniosos.
    Pero te diré que prefiero la ausencia total de comentarios a aquellos que no interesan a nadie por ser tristes, anodinos, o un simple conjunto de palabras huecas y desubicadas.
    No creas que la antigüedad otorga más derechos que el que sabe opinar, discutir, o solamente decir algo simple pero con afecto, respeto e ingenio.
    Te mando un abrazo!

    ResponderEliminar
  4. triste ,anodino ,hueco, desubicado, respeto, ingenio suenan a adjetivación discriminadora

    ResponderEliminar
  5. Hola Franco!!!!!

    Hola amigos del café!!! Qué sorpresa!!! me enteré hace sólo unos días de tu vuelta!!! Te he echado mucho de menos Franco, y a todos los amigos del café!

    Bueno, pues tenía yo muchas ganas de este reencuentro. Cómo te fue el tiempo de descanso Franco? Yo voy haciendo... jejeje... ya os iré contando cositas!

    No sé, son imágenes muy bonitas y sugerentes Franco, pero, sinceramente... tengo ganas de carnaza!!! jajaja...

    Xavi, català? jo també!!!

    Un beso a todos y me alegro mucho de tu vuelta Franco!!!


    josss...

    ResponderEliminar
  6. Uno de los post que más me han gustado.

    Yo en una de las cosas que me fijo es en las manos y el los brazos de los hombres.

    Me encantan las fotos

    Saludos desde el norte.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

LO MÁS VISTO EN ESTE MES:

De la belleza clásica

Miscelánea gráfica #111

Cuando nada se queda en su lugar