LO MÁS VISTO EN ESTE MES:
Miscelánea gráfica #111
Bienvenidos a esta nueva Miscelánea....! Ya vamos por la número 111 y no podía descuidar el nivel al que están acostumbrados. Así que, como decimos acá: "A lo hecho, pecho", (literal), esperando brindarles un megapost lleno de caóticas sensaciones. Verán que los pechos están... y bien peludos, y habrá también una entrega especial de hombres desnudos de hace más de cien años, así como sugerentes y artísticos bultos, amistades masculinas inmortalizadas, modelos y fotógrafos, un poco de arte, un poco de humor, un poco de todo, bueno, ya saben..., la típica miscelánea de VH. Los invito por ciento onceava vez: Andrey Korlyuka by Seva Galki Sting desnudo, fotografiado por Annie Leibovit, 1985 Arsenii Savitckii By Victor Lluncor Autorretrato del fotógrafo Alfred Stieglitz, 30 años, 1894 Bryce Chapman by Corey Myers, Fotografía de Bill Costa (1944-1995) Fotografía de Danny Fitzgerald (1921-2000) by Nick Backes Fotografía de Joan Colom, 1950s Clark Gable sin bigotes Colby Keller Cole
Cada cuatro años
¿Qué tipo de galería podría abrir sólo los 29 de febrero? Bueno, aquella que se justifique sólo de vez en cuando, digamos, como cada cuatro años. Veamos entonces este post dedicado a aquellos insensatos que van en contra de lo que Natura les ha dado, cortando y rasurando sus vellos corporales. En algunos casos, ellos siguen siendo hermosos, pero, no nos dejemos engañar, esta conducta que parece siempre estar de moda no debe prosperar..., ¡no eliminemos nuestros preciosos vellos! ¡nunca!
Sentir el latido
La maravillosa capacidad que tiene el pene de cambiar completamente en tamaño, forma y textura, es lo que tal vez lo haga tan irresistible. Cada momento de su metamorfosis capta nuestra atención y nos hace enloquecer de deseo. Algo tan simple y natural lo vivimos como una de los milagros más interesantes que conozcamos. Y en lo personal, admito, que ese momento en la mitad de su trayectoria hacia la completa y enhiesta erección, me resulta definitivamente fascinante. Hoy: Galería de hombres a media erección. Disfrutemos...
Bahhh un voto de apoyo para la pijona de la derecha en la ultima foto
ResponderEliminarse lo perdieron!!!!!!
ResponderEliminarhttps://fbcdn-sphotos-c-a.akamaihd.net/hphotos-ak-ash2/319067_10151076214761876_83623893_n.jpg
¡Buenas noches, amigos del Café VH! Sí, vengo muy tarde ya lo sé, el domingo ya se volvió lunes... ¡pero las emociones de sabores dulces y salados que este lugar nos regala no pierden su encanto!
ResponderEliminarMe gustó mucho esta serie de fotos; ese aire setentero de melenas, bigotes y PELOS en su lugar y proporción justos y correctos... y también de cierta clandestinidad, el tener que buscar un sitio apartado en un bosque para darle rienda suelta a la pasión, lejos de la vista de los ojos y juicios inquisidores...
Hay un poema viejo que entre sus frases incluía una que desde siempre se me ha quedado muy grabada: "Lo prohibido causa apetito..."; y en aquellos tiempos, tan lejanos y cercanos a la vez, nuestra preferencia era vista con un toque de prohibición y pecado que ahora ya (casi) no tiene. En un momento dado creo que esa "clandestinidad" le podía dar más placer a los encuentros de hombre a hombre. ¡Claro! Una sóla "ventaja" contra miles de desventajas más como la discriminación, las agresiones físicas o verbales, etc. etc. Ahora nuestra presencia en el mundo es más respetada (o tolerada) en muchos espacios, y eso le ha restado ese aire "prohibido" o "perverso" que tenía en otros tiempos. Pero a veces siento que, como ahora ha logrado ese estatus de "normalidad", la entrega ha perdido de cierta forma ese sabor realmente INTENSO de otrros tiepos, en los que había que aprovechar cada segundo compartido de la mejor y más fuerte forma posible...
Bueno, este es mi punto de vista. En resumen: creo que hay que recuperar de nuestros antecesores la verdadera entrega que formaban en la clandestinidad y que (siento que) hoy se ha perdido con la cotidianeidad. ¿Qué opinan ustedes al respecto?
¡Abrazos a todos! Y en especial a ti, Franco, por seguir regalándonos estas imágenes que de cierta forma no se limitan sólo a lo obvio, sino que pueden despertar ciertos instantes de reflexión como el que aquí comparto. ¡Se te quiere, Gaucho de Oro!
L'homme dans la nature.
ResponderEliminarEs cierto que el amor en el bosque es de una intensidad y goce muy profundos.
Será el animal natural que llevamos dentro y que se reencuentra con su habitat originario?
Bellísimo.
Gracias Franco.