Amistad entre varones

Es verdad que nunca sabremos a ciencia cierta en qué momento preciso la amistad entre dos hombres cruza ese indeterminado límite para convertirse en algo más que amistad. Pero es cuestión de observar, sentir y estar alerta. O no necesariamente, porque antes de que el límite se cruce -ya sea rápida o lentamente-, puede que existan momentos sublimes e inolvidables.




























































Comentarios

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  2. ¡Hola, Café! ¿Cómo has estado? Uf, eso se oyó como una canción que estuvo hace tiempo de moda acá por mis rumbos.

    Ver estas fotos me ha arrancado muchas sonsiras... esa camaraderie entre varones es de cierto modo como una asignatura que tengo pendiente de cubrir plenamente en mi vida porque hasta el día de hoy mis grupos de amigos han sido mixtos... lo cual deriva siempre en "parejitas" que se vuelven "matrimonios" y más tarde "familias"; hasta que uno queda como la version masculina de Bridget Jones, siendo el único soltero del grupo (podrán ustedes entender las obvias razones... jeje). Casi nunca he tenido un grupito de camaradas con los que salga a echar desmadre, (hacer relajo) pistear (tomar) o simplemente hablar como hombres y entre hombres en un lenguaje de HOMBRES... por eso aprecio tanto la comunicación que hemos logrado en este Café VH y que, aunque ahora está en una rachita muy tranquila, no se olvidará nunca todo lo que hemos convivido, disfrutado y hasta aprendido aquí.

    Particularmente veo con cariño esas fotos con scenario de playa; pues me recuerdan esa deliciosa jornada que vivimos en trio mis queridos colegas tertulianos; mi inigualable compadre Don Pepe y el huaso colorín Deep... particularmente con el shileno recuerdo ese instante cuando nos recargamos espalda contra espalda para platicar tumbados en la arena al lado de mi compadre que reposaba tumbado en una hamaca. Esa plática, ese mar, ese sol, ese viento salado... son un Tesoro que está bien grabado en mi corazón. ¡Ojalá que la vida me tenga guardados más momentos futuros como éste! Con ustedes y con los amigos que me encuentre en las próximas veredas de la ruta que me falta por andar (a ver si nos agarramos tanta confianza como para que, alk calor de las cervezas nos mordamos los pezones o nos sobemos los paquetes... y atacarnos de la risa porque en cualquier momento el "Eh! Eh! Bájale a tus joterías, cabrón!" se puede convertir en un "...Oooooooórale, papa! No te sabía esas mañas!" Jejeje.

    Por ustedes y por ellos digo esta mañana: ¡SALUD! ¡Los quiero, cabrones!

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