Domingo vintage

Rostros





















Comentarios

  1. Hola Javi!!!
    Leí tu comentario del día de ayer, y la verdad que tu rentrée no pudo haber sido más gloriosa.
    Hijo!, qué manera de escribir!
    Más allá de la alegría que me produjo volver a tener tu presencia, tu comentario en cada uno de sus deliciosos rincones es de una expresividad erótica de lo más excitante.
    La conexión entre dos hombres, esa cosa única y para muchos (no para vos, veo) inexplicable, difícil de poner en palabras, es algo que siempre me pareció de una fortaleza contundente, que me hace dudar que exista eso tan fuerte en la unión de una pareja heterosexual.
    La alianza en las miradas, la sublime sensación de ser uno entre los dos, la entrega que supone dejar atrás la fortaleza propia de un macho para brindarse a otro macho, el construir un mismo tiempo de goce para llegar exactamente juntos al punto culminante, y tantas otras vivencias, parecerían darle a esa unión el significado de algo de otro mundo.
    Y a propósito de otro mundo, yo también, como Don Pepe, recordé algunas reminiscencias de la película Avatar, claro.
    Me gustó mucho como describiste ese momento tan especial en el que nos desconectamos del otro para volver a nuestra reconcentración individual. Cruel momento, como de soledad tempranamente contrastada.
    Bravo!

    ResponderEliminar
  2. Don Pepe,
    por cierto, me había olvidado de decirle, y ya que estamos hablando de avatares, que he notado con alegría el regreso de su enhiesto orgullo peneano rodeado de tupidos vellos púbicos, como antaño.
    Mire que es fotogénico usted, eh?
    Bueno, nada, como para que sepa que la fotito no me pasó desapercibida.

    Y un buen domingo para todos!

    ResponderEliminar
  3. Hola, amigos! Primero lo primero... ¡el día de hoy es especial porque es de esas veces en las que sí veo reflejados mis recuerdos en el post de Domingo Vintage!

    Normalmente aquí me encuentro imágenes de otros tiempos que no me tocó vivir de una forma plena y consciente y que, sin embargo, me provocan el morbo lógico de la excitación mezclada con la curiosidad... pero ver hoy aquí el rostro, la melena y sobre todo, la inigualable e inolvidable mirada de Christopher Reeve (foto # 3) me trajo de vuelta mis años de infancia, esos momentos en los que la figura del tímido y retraído Clark Kent transformándose en el genial Hombre de Acero Superman me inquietaba por algo más que el simple hecho de ser el superh´roe que salvaba al mundo... esa inquietud que me sorpendía pero no me extrañaba, porque muy en el fondo de mi ser (que aún no sabía gran cosa de la vida) sabía que eso era una manifestación natural de esta preferencia que, hoy lo sé, es definitiva y no tendrá vuelta de hoja. ¡Suspiré al verlo, amigos! Suspiré... no se los puedo negar. Después sonreí y me dije... Qué tiempos aquellos; tan lejanos y tan cercanos a la vez...

    Y lo mejor para el final... ¡qué brillante y luminoso regreso el de ayer, mi estimadísimo Javi! Nadie más que el Seductor Mendocino podría plasmar de esa manera tan fuerte ese momento del encuentro de hombre a hombre donde se sabe que, por no tener plenitud de tiempo, hay que buscarla con el resto de los elementos... en una entrega absoluta y TOTAL. ¡Bravísimo, querido amigo! Hiciste que la vibración de tus líneas provocaran un templor con epicentro en el cono sur, cruzaran todo el continente y generaran réplicas hasta la frontera de nuestra Amèrica Latina... tremendo! No, perdón; no puede ser en minúsculas. Fue TREMENDO!!! Gracias por este nuevo abrazo que nos regala tu íntima inbspiración... y sí, al final también compartí esa tristeza de abandono que comentan también con bellas palabras el Gaucho de Oro Franco y mi huracanado compadre Don Pepe...

    Con tu permiso, querido amigo, quisiera ver a tus líneas como una analogía de cada una de nuestras visitas a este, nuestro Café VH; son instantes luminosos donde nos entregamos y compartimos generando una conexión... esa que se suspende cuando debemos levantarnos de la silla o dejar a un lado el dispositivo móvil para regresar a lo cotidiano, no sin la cierta tristeza que da salir del paraíso, pero con una sonrisa y una sensación renovada en nuestros adentros porque, por un momento estuvimos en ese sitio ideal, ese lugar cálido y luminoso del que ahora nos tendremos que marchar, pero del que sabemos que estará alegremente esperàndonos siempre que volvamos. Por eso la tristeza y la melancolía se esfuman pronto porque saben que en el futuro, en algún momento eso se repetirá... y se sabe que será igual de luminoso que aquel que se acaba de vivir... O más aùn! Que a fin de cuentas, eso es sencillo; porque por más tiempo que pase, nuestro querido Café VH siempre nos sorprenderá (tal como pasó hoy conmigo).

    ¡Besos y abrazos para todos, amigos! Como siempre y como nunca; por existir y por vivir: ¡GRACIAS INFINITAS, CAFÉ VH!

    ResponderEliminar
  4. Manu,
    AHHHH!, veo que los años pasan para todos, hijo mío...!, y el hecho de que ya estés suspirando lleno de nostalgia diciendo "qué tiempos aquellos" ante la página del Domingo Vintage, delata que ya estás un poco mashor...!, jajajajjaja.
    Christopher Reeves nunca fue mi tipo, aunque de jovencito haya fantaseado alguna vez con él imaginando como me rescataba en sus brazos cual Luisa Lane, todo vestidito de traje de Superman. (a propósito, en realidad recuerdo que me cachondeaba más Clark Kent que Superman, pero bueno, creo que todos hemos tenido miles de fantasías con esos superheroes de las revistas llenos de músculos y enfundados en trajes apretados y marcadores de paquetes). Pero cuando vi esta foto de él, me pareció realmente bella. La escasez de vellos resalta aún más esas pequeñas pelusitas marcando contornos y pezones, y su mirada es limpia, tierna y triste. Fue un hombre increíblemente atractivo. Me alegra haberte hecho suspirar hoy!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

LO MÁS VISTO EN ESTE MES:

De la belleza clásica

Miscelánea gráfica #112