Pelos en la cara

Definitivamente, amo a los hombres con barba. (Cuidado: se ha detectado presencia de letales en este post)































































Comentarios

  1. Bendito sea este sello tan propio de nuestro sexo... ¡y de nuestros fetiches! Es definitivo que no a todo mundo le queda bien traer barba; pero también es un hecho que algo tan sencillo como lo es dejarse crecer los vellos facials puede transformar de una manera tan contundente tu expresión, tu mirada... ¡y hasta la forma en que la gente se dirige a ti! Y ya ni hablemos de los momentos en que uno socializa con otras intenciones más carnales... las barbas ya anadem varios puntos al momento del primer impacto ¡porque despietan en uno las expectativas más lujuriosas de lo que podría suceder con el primer roce! A esto ayuda indiscutiblemente el hecho de que este detalle tan preciado se encuentra prácticamente bordeando la boca, que es uno de nuestros órganos sexuales más desarrollados (porque éstos no solo se encuentran en los genitals, ustedes estarán de acuerdo conmigo).

    Ahora bien, en mis percepciones personales, la barba es una especie de carta de presentación, al igual que la mirada: si al primer golpe de vista me atrae... ¡quiero saber más y más del tipo en cuestión! Porque esos detalles son enigmas que uno quiere saber bien hasta dónde pueden llegar o qué maravillas nos pueden descubrir... eso es lo que me pasó en esta galeria con el seductor # 4 (a la luz del sol de amanecer o atardecer... lo que sea y como sea, se ve muy bien!), el sonriente # 15 (con el major atuendo que un hombre puede llevar: jeans azules, camisa blanca... y nada más!), el dinámico # 16 (con ese aire de tener todo bajo control), el relajado # 45 (esas barbas y ese pelo platinados son un presagio de tanta sabiduría), el interesante # 49 (con esa barba entrecana que invita a querer saber más de este varón) y el enmarañado # 51 (esa mezcla de melena, barba y pelos en pecho es... ¡efectivamente letal!).

    Qué habilidad la tuya de dejar cada día claro la razón por la cual nos enganchamos a este lugar, mi querido Franco... ¡por siempre GRACIAS por regalarnos tan buenos momentos con tu exquisito gusto! Aprovecho para pedirte un favor, Gaucho de Oro: necesito que revises tu correo porque te mandé un mensaje hace un par de días... es una pregunta breve que mucho te agradecerpe que la respondas.

    Y después de tanto tiempo... ¡qué fresco se puso el Café VH con la Mirada de menta y eucalipto de nuestro querido Ojos Verdes EmeKa! Yo sé que el Neanderthal Intelectual consentido de este café Colby altera tus sentidos y roba tus suspiros... ¡pero también hay que ser acomedidos con todos los Buenos amigos! Préstalo un ratito, te prometo que no te lo gasto mucho... nada más tengo curiosidad de ver hasta dónde me caben esos enormes pies en la boca (¡calza del 15!). Él precisamente es un buen ejemplo de la transformación que dan las barbas en un rostro. Comparen antes y después de él... ¡y ya verán la diferencia!

    Y para rematar el tema "barbas"; no se peleen, muchachos; yo no me quedo ni con las de Colby Keller ni con las de Ray Dragon...¿Para qué? ¡Están mejores las de MI Colton Ford! O major aún, las de mi reciente interés pornófilo: ¡Adam Russo! ¡Que se arme la polémica! Jejejeje...

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  2. Manu,
    ah!, este comentario tiene tu sello. Precioso, y cuidadamente escrito y presentado, hasta te tomas el trabajo de resaltar siempre las cosas en negrita. En fin, por nada eres conocido como el Decano de VH.
    Adhiero a esa bendición viril.
    Cada vez me gustan más los hombres con barba. Yo mismo he hecho de la barba un hábito que no abandoné (salvo por algunos períodos realmente cortos), desde que me la dejé hace años, cuando tenía más o menos 18 años. (!) Es decir, que he pasado más de la mitad de mi vida con barba. Prácticamente he nacido con la barba puesta, je. O sea, que no tengo idea de qué hay abajo de esos pelos. Es así. Las veces que me rasuré por completo, la gente, mis amigos, nadie me reconocía.
    Pero sí, la barba tiene que quedarte bien. No es tan complicada en ese aspecto como el bigote, que definitivamente afea algunos rostros, la barba es mucho más universal, y en general, realza la masculinidad de un rostro no tan agraciado. Además, es cómoda. Odio afeitarme, por ejemplo, detesto tener que hacerlo día a día, y, por otra parte, mi piel no lo soportaría.
    Sexualmente hablando, es algo muy útil. Ya te dirá tu amante qué siente cuando aplicas tu barba cepillándole el culo en ardientes caricias, entre otras funciones muy prácticas.
    Afortunadamente, parece que la barba está MUY de moda. Qué bien. Es de las modas que me gustan. No como la de rasurarse todo y quedar como pollos pelados (y asexuados). Puaj. La barba honra la masculinidad. Definitivamente.
    A propósito de tus gustos pornófilos... creo que no vi aún una foto con Adam Russo barbado. No digo una barbita de dos días, sino de una barbaza cerrada y renegrida. Mmmmmm.... ese tipo con una barba así.... uich! me muero.

    Besos de barba

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