De la belleza clásica
Contrariamente a los gustos actuales en donde el tamaño sí importa, en la antigüedad, Grecia lideró la tendencia a valorar y admirar a los penes pequeños, que ensalzaban las virtudes esenciales de la masculinidad. Por tanto el miembro pequeño era un aspecto codiciado en el macho alfa. Pues los hombres ideales eran dioses, héroes, atletas, etc., y todos ellos eran representados con genitales minúsculos y nunca erectos, mientras que las vergas gruesas, a menudo excitadas, peludas y descomunales correspondían a los sátiros o a todo tipo de hombres que de las más altas virtudes descendían a los más oscuros vicios, a la decadencia y al caos. En definitiva, el pene grande, para los antiguos griegos, describía al hombre vulgar, salvaje y bárbaro. Tantas veces nos hemos intrigado por lo excesivamente pequeños que a veces aparecen los penes de las estatuas clásicas, pero claro, lo bello, era otra cosa. La galería de hoy no olvida aquellos principios apolíneos. Veamos:
En algunos es deseable saborear su semen en otros da asco!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¡Hola, Café! Dejé de venir unos días, y después de recorrer las galerías debo decir que esta es la que más he gozado... ¡es un repaso evocador ver todas estas imágenes, en realidad! Dicem que en el orgasmo se nos escapa un soplo de vida, morimos un poco y resucitamos con el agradecimiento de haber sentido eso... y cada una de estas imágees inmortaliza ese momento en el que los modelos evolucionaron, fenecieron y renacieron en fracciones de segundos. Y es que si subir el Everest se disfruta, llegar a la cima es La Gloria! Pero no podemos quedarnos mucho tiempo ahí porque el oxígeno es escaso... ¡Cualquier similitud con esto es mera coincidencia!
ResponderEliminarAunque los paisajes (olores y sabores) que regalan estos acabares son deliciosos, debo acertar que el sitio donde a mì más me gusta acabar es adentro de a quien le toque estar conmigo. ¡Es subir al cielo y bajar de vuelta a la Tierra en una fracción de tiempo que es inversamente prioporcional al INMENSO placer que el cuerpo puede alcanzar!
Mi querido Gaucho de Oro Franco; qué puen ojo y qué buena mano tienes para desarrollar estos contenidos, de verdad. Si para otras cosas de la vida también los tienes... ¡dichosos sean los que han compartido tiempo y espacio contigo!
Grazie!
ResponderEliminarImmagini incredibilmente belle. Ricevuto grande piacere.