El vello y la bestia

Hombres grandotes, fornidos, toscos y brutos. 
Ni un atisbo de expresividad en la mirada.
Jamás ataviados con ornamento alguno.
Dueños de una virilidad que, aparentemente, tienen de sobra,
y que parece desbordar cualquier atuendo.
Descuidados, barbudos, jamás o casi nunca rasurados,
derrochando testosterona a manos llenas,
e infartándonos con sus voluminosas carnes peludas.
Torpes, insensibles, pesados.
Hoscos, distantes y adustos, e inclusive en honrosas excepciones (!) tiernos. 
Galería de machos, bien machos, en el post de hoy. 








































































Comentarios

  1. Una pregunta, Franco. A éstos les va el Old Spice? , o es demasiado metrosexual, por no decir de maricas?

    Con o sin, todos ellos muy atractivos, recios machotes.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

LO MÁS VISTO EN ESTE MES:

De la belleza clásica

Miscelánea gráfica #112