Hombres peligrosos


El tema de los hombres letales, varias veces discutido en este blog, no es algo que se deba tratar todos los días, claro. Ellos son soles alrededor de los cuales gira nuestro sistema emocional pero la mayoría de las veces resultan algo nocivos para nuestra sanidad mental. Y como toda dosis riesgosa conviene suministrarla con cierta discontinuidad a fin de que sus efectos secundarios no nos traigan complicaciones. De todas maneras, y como dije ya en otro post, ¿quién no desea que de algún modo, esas complicaciones le den sentido a nuestra vida si vienen de manos de un letal? Si son ellos los que nos terminan de convencer que la vida sin complicaciones sería demasiado aburrida. Entonces, y después de una ardua y tácita negociación con nosotros mismos, descubrimos que estamos dispuestos inclusive a pagar algún precio por eso. Después de todo, aunque sea caro, y a riesgo que nos cueste un infierno, ¿qué importa eso, si la gloria que tocamos nos colma de vida?
Y no, no pasa un día, ni un bendito día sin que deseemos la llegada de ese hombre peligroso que nos mueva todos los estantes de ese interior que nos costó tanto mantener sólido e indestructible.
Día tras día, tras día, tras día...
Vellohomo presenta:
"Hombres peligrosos III"


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