De la belleza clásica
Contrariamente a los gustos actuales en donde el tamaño sí importa, en la antigüedad, Grecia lideró la tendencia a valorar y admirar a los penes pequeños, que ensalzaban las virtudes esenciales de la masculinidad. Por tanto el miembro pequeño era un aspecto codiciado en el macho alfa. Pues los hombres ideales eran dioses, héroes, atletas, etc., y todos ellos eran representados con genitales minúsculos y nunca erectos, mientras que las vergas gruesas, a menudo excitadas, peludas y descomunales correspondían a los sátiros o a todo tipo de hombres que de las más altas virtudes descendían a los más oscuros vicios, a la decadencia y al caos. En definitiva, el pene grande, para los antiguos griegos, describía al hombre vulgar, salvaje y bárbaro. Tantas veces nos hemos intrigado por lo excesivamente pequeños que a veces aparecen los penes de las estatuas clásicas, pero claro, lo bello, era otra cosa. La galería de hoy no olvida aquellos principios apolíneos. Veamos:
Un lujo, ver hombres sin depilar, sin afeitar, con todo su vello intacto. Gracias.
ResponderEliminarHombres tal cual, una delicia. Verdaderos hombres.
ResponderEliminar¡Que viva lo natural, cómo no! Los vellos púbicos al natural son prácticamente El Jardín de Las Delicias, son el bosque guardián perfecto para resguardar ese castillo donde los varones guardamos nuestra esencia más primitiva, nuestro lado más salvaje, nuestro orgullo de HOMBRES. ¿Por qué habrá tantos en el día de hoy que se empeñan en eliminarlo o rebajarlo? Simplemente no lo entiendo.
EliminarDe la galería de hoy me gustaron mucho la mano traviesa de la foto #30 (la que sabe muy bien lo que va a encontrar) y ese sumergirse que se refleja perfectamente en la foto #35, donde el varón que está de rodillas (asumo que es Al Parker porque tiene todo el tipo) olfatea con total deleite esa mata que se antoja castigadora y adictiva... ¡Sencillamente exquisita!