Magnetismo III

Entonces, luego de ser atraídos por ese magnetismo que ejercen los pelos, de quedar atrapados sin remedio, sin poder dejar de mirar; de tanto en tanto, la confabulación de los astros obra afortunadamente para nuestro regocijo, y el destino, la casualidad, la suerte o lo que sea, nos entrega visiones aún más atrapantes. Una camisa que se abre, un pantaloncito que se baja, los velos que se descorren y los telones que se abren.
Es cuando es inútil ocultar las cosas. Y hay alimento del bueno para mis voyeuristas apetitos. Y el morbo completo que produce el hecho de sondear las zonas íntimas de los hombres sin que éstos se den cuenta completa el momento sublime.

 













































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