No sabes lo que te comprendo Franco, cuantas veces habré dicho yo mismo eso de "necesito un abrazo bien fuerte".... sobre todo al final de un duro día de estudio. La pena es que ahora mismo para desgracia mía no hay nadie que me lo pueda dar, a si que termino consolándome imaginando que me dan ese abrazo y hay veces en las que funciona.
Josss querido, y "Anónimo"... ambos de España, Les mando un gran, gran saludo desde el otro lado del Atlántico.
Sí, los abrazos, son parte indispensable en la vida. O sea... no se puede vivir sin abrazos. Y para mí es tan importante recibir el abrazo (si es tipo oso, fuertazo, caluroso, con brazos fuertes y peludos que me retengan y sofoquen contra un pecho igualmente velludo, mucho mejor!), que abrazar a alguien. Tener al hombre que amo entre mis brazos me hace el hombre más feliz sobre la tierra. Sí..., podría estar así por horas interminables.
Bienvenidos a esta nueva Miscelánea....! Ya vamos por la número 111 y no podía descuidar el nivel al que están acostumbrados. Así que, como decimos acá: "A lo hecho, pecho", (literal), esperando brindarles un megapost lleno de caóticas sensaciones. Verán que los pechos están... y bien peludos, y habrá también una entrega especial de hombres desnudos de hace más de cien años, así como sugerentes y artísticos bultos, amistades masculinas inmortalizadas, modelos y fotógrafos, un poco de arte, un poco de humor, un poco de todo, bueno, ya saben..., la típica miscelánea de VH. Los invito por ciento onceava vez: Andrey Korlyuka by Seva Galki Sting desnudo, fotografiado por Annie Leibovit, 1985 Arsenii Savitckii By Victor Lluncor Autorretrato del fotógrafo Alfred Stieglitz, 30 años, 1894 Bryce Chapman by Corey Myers, Fotografía de Bill Costa (1944-1995) Fotografía de Danny Fitzgerald (1921-2000) by Nick Backes Fotografía de Joan Colom, 1950s Clark Gable sin bigotes Colby Keller Cole
¿Qué tipo de galería podría abrir sólo los 29 de febrero? Bueno, aquella que se justifique sólo de vez en cuando, digamos, como cada cuatro años. Veamos entonces este post dedicado a aquellos insensatos que van en contra de lo que Natura les ha dado, cortando y rasurando sus vellos corporales. En algunos casos, ellos siguen siendo hermosos, pero, no nos dejemos engañar, esta conducta que parece siempre estar de moda no debe prosperar..., ¡no eliminemos nuestros preciosos vellos! ¡nunca!
La maravillosa capacidad que tiene el pene de cambiar completamente en tamaño, forma y textura, es lo que tal vez lo haga tan irresistible. Cada momento de su metamorfosis capta nuestra atención y nos hace enloquecer de deseo. Algo tan simple y natural lo vivimos como una de los milagros más interesantes que conozcamos. Y en lo personal, admito, que ese momento en la mitad de su trayectoria hacia la completa y enhiesta erección, me resulta definitivamente fascinante. Hoy: Galería de hombres a media erección. Disfrutemos...
Hola Franco! Hola amigos del café!
ResponderEliminarSí, no hay nada como unos brazos velludos para sentirse bien reconfortado y protegido, soy incapaz de concebir los brazos del hombre sin vello.
Voy entrando al café cuando puedo amigos, pero aunque no entre, me asomo por el siempre agradable mostrador eh?
Un saludo a todos!
josss...
Buenas desde España,
ResponderEliminarNo sabes lo que te comprendo Franco, cuantas veces habré dicho yo mismo eso de "necesito un abrazo bien fuerte".... sobre todo al final de un duro día de estudio. La pena es que ahora mismo para desgracia mía no hay nadie que me lo pueda dar, a si que termino consolándome imaginando que me dan ese abrazo y hay veces en las que funciona.
Gran entrada la de hoy, sigue así Franco
Un besazo :*
Josss querido,
ResponderEliminary "Anónimo"... ambos de España,
Les mando un gran, gran saludo desde el otro lado del Atlántico.
Sí, los abrazos, son parte indispensable en la vida. O sea... no se puede vivir sin abrazos. Y para mí es tan importante recibir el abrazo (si es tipo oso, fuertazo, caluroso, con brazos fuertes y peludos que me retengan y sofoquen contra un pecho igualmente velludo, mucho mejor!), que abrazar a alguien. Tener al hombre que amo entre mis brazos me hace el hombre más feliz sobre la tierra. Sí..., podría estar así por horas interminables.