La primera impresión

Hace años, cuando un entrañable amigo de este blog me envió su foto para que pudiera reconocerlo cuando nos viéramos personalmente, no tuvo mejor idea que mandarme una "fotogorrita" como él mismo la definió. La primera impresión tuvo su efecto, la gorrita cubriendo su cabeza, junto a su expresión captada como al descuido, (aquella que había intuído después de tantas charlas e intercambios de e-mails o comentarios a través de aquellas tertulias casi históricas), acentuaba definitivamente sus rasgos letales.
Muchas veces reímos al comentar el episodio. El recurso de la "fotogorrita" parecía ser infalible para salir exitoso ante la primera impresión. Lo cierto es que aquella foto estuvo perfectamente escogida -él lo sabía, como todo letal-, ya que describía atinadamente sus grandes cualidades seductoras.
Aún me pregunto si usar una simple gorrita hace la gran diferencia. Tal vez ustedes, después de ver este post, también se lo estén preguntando.




































































Comentarios

  1. Franco la gorrita o sombrerito o cappellino como decimos en italiano es una addiccion muy simpatica en una foto. Cuerpos desnudos con pecho, verga y cojones cubiertos de vello asombrosos y la gorrita!!! Una foto completita!!!

    ResponderEliminar
  2. È vero. Io adoro gli uomini col cappellino in testa. Ahhhhh....

    ResponderEliminar
  3. Gracias me gustan mucho!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

LO MÁS VISTO EN ESTE MES:

Miscelánea gráfica #111

Cada cuatro años

Sentir el latido