Contrariamente a los gustos actuales en donde el tamaño sí importa, en la antigüedad, Grecia lideró la tendencia a valorar y admirar a los penes pequeños, que ensalzaban las virtudes esenciales de la masculinidad. Por tanto el miembro pequeño era un aspecto codiciado en el macho alfa. Pues los hombres ideales eran dioses, héroes, atletas, etc., y todos ellos eran representados con genitales minúsculos y nunca erectos, mientras que las vergas gruesas, a menudo excitadas, peludas y descomunales correspondían a los sátiros o a todo tipo de hombres que de las más altas virtudes descendían a los más oscuros vicios, a la decadencia y al caos. En definitiva, el pene grande, para los antiguos griegos, describía al hombre vulgar, salvaje y bárbaro. Tantas veces nos hemos intrigado por lo excesivamente pequeños que a veces aparecen los penes de las estatuas clásicas, pero claro, lo bello, era otra cosa. La galería de hoy no olvida aquellos principios apolíneos. Veamos:
Glorioso punto de la sexualidad masculina, el que no debe nunca pasarse por alto. Si tu pareja no los tiene desarrollados, compete a ti despertarlos.
ResponderEliminarGlorioso es poco.
ResponderEliminarY estoy de acuerdo con ese desarrollo que también tiene que ser fervorosamente consentido. No hay nada más hermoso que ver, tras paciente tiempo de tratamiento, tu obra finalmente realizada surgiendo del letargo latente.
Y estoy convencido de que ese es el caso en las fotos 1, 110, 111 y 112, todas de la misma persona, definitivamente mis preferidas.
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