Contrariamente a los gustos actuales en donde el tamaño sí importa, en la antigüedad, Grecia lideró la tendencia a valorar y admirar a los penes pequeños, que ensalzaban las virtudes esenciales de la masculinidad. Por tanto el miembro pequeño era un aspecto codiciado en el macho alfa. Pues los hombres ideales eran dioses, héroes, atletas, etc., y todos ellos eran representados con genitales minúsculos y nunca erectos, mientras que las vergas gruesas, a menudo excitadas, peludas y descomunales correspondían a los sátiros o a todo tipo de hombres que de las más altas virtudes descendían a los más oscuros vicios, a la decadencia y al caos. En definitiva, el pene grande, para los antiguos griegos, describía al hombre vulgar, salvaje y bárbaro. Tantas veces nos hemos intrigado por lo excesivamente pequeños que a veces aparecen los penes de las estatuas clásicas, pero claro, lo bello, era otra cosa. La galería de hoy no olvida aquellos principios apolíneos. Veamos:
sensível, seu blog é um dos mais belos que acesso sobre estamateria,"Hombres" já ha muito tempo. Rico é poético são os textos seus. Toca-me, sensibiliza e encanta as imagens e a maneira como o "poeta" escolhe seus temas.Dizer-te apenas parabéns é muito pouco. Mas sãomais que merecidos. Muitoobrigado por me encantar com suas postagens.Abraço do Brasil.
ResponderEliminarHacer esperar a estos tan merecedores muchachos sería cuanto menos una descortesia.
ResponderEliminarY Oh, la espera interminable a que suene el teléfono, el timbre, el ruido de la llave en la puerta, cuando los mínutos tienen mil segundos, y la alegría que lo invade a uno con la llegada del otro, ese otro único e insustituible.
Fabrice
Anónimo do Brasil,
ResponderEliminarSaber que después de tanto tiempo sigues el blog me pone muy feliz. Gracias por tus palabras!
Fabrice,
Creo que todos, en mayor o menor medida, hemos sentido eso que tan bien comentás. En esas esperas (y en otras también), uno comprende la relatividad del tiempo.
Abrazos!!!