Invitación

El placer está servido.
¿No oís el ruido del agua, no sentís el aroma del jabón y las sales?
Desnudate, y dejá que cada centímetro de tu piel se erice al contacto del cálido vapor. El agua está caliente. La espuma en su punto justo. Las velas brillan en cada rincón.
Todo es propicio, es la hora.
El baño está listo.























































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