LO MÁS VISTO EN ESTE MES:
Mezcladito de fin de mes
Día de teteras
Cándido y tierno reposo
Cuán fascinante resulta contemplar el sexo viril descansando plácidamente sobre sus mullidos y peludos cojines (¿o debo decir "cojones"?). Todo ahí resume ternura, paz, y habla de la inquietante belleza de la calma cuando ésta es preludio latente del más mínimo cambio de actividad. Asistimos expectantes al excitante espectáculo, y así, podríamos quedarnos horas en ese recóndito acto de observación. Como cuando se contempla el sueño del hombre amado, mirar -o también hacer algo más que mirar- una verga en estado de reposo, es una de las vivencias más encantadoras que pueda haber en el mundo de la sensualidad masculina compartida. --------------------------------- Nota del autor: Cuando vuelvas mañana, ya no las verás tan dormidas.
¡Feliz domingo para todos, amigos! Ya no pido disculpas por mis ausencias; sólo agradezco infinito que no dejen de tenerme presente; como mi querido Turco que supone que estoy en una cata de tequilas... ¡ojalá! No, mis días sí han estado muy agitados, pero no por esas causas. Ya vendrán de vuelta los tiempos de desmadre... ¡que así sea!
ReplyDeleteSobre la imafen de hoy; asumo que es vintage porque esos pelambres tan masculinamente bellos ya no se ven ni por error... y no hablo del color; ¡hablo del espesor! Y esas nalgas... todo el conjunto invita a montar una fantasía estilo Turco... me imagino que estos dos son compañeros de cuarto; uno de ellos duerme sobre su cama como acostumbra, como Dios lo trajo al mundo... el otro, el colorino (saludos, Deep! Ondiandas, huaso?) está llegando a la casa y al pasar por la puerta de su "room-mate" se queda extasiado, nunca había visto a su amigo en tales condiciones... y se queda extasiado admirando ese paisaje, esas curvas de macho... y nota que algo dentro de él se esrá elevando; y el punto donde esa exhitación se manifiesta es, por supuesto... su verga; blanca, de cabeza tan o más roja que sus pelos, hambrienta de placer (tanto que se le hace agua la boca) y en efecto, busca un lugar dónde comer... pero duda, reflexiona; lo curioso es que ante ese momento de freno la verga no baja; al contrario, se endurece más y toma la fuerza de una roca; es entonces cuando el colorino se decide a liberarla, se acerca al bello paisaje ue le regalan esas cumbres y... ¿qué pasaría después? ¡Ayúdenme a completar este relato, compañeros tertulianos!
Franco y Turco: estén pendientes de sus correos porque entre los posts de los últimos días y sus respuestas a mis peticiones me han dado tanto material de inspiración... que preciso tanto hacérselos saber. ¡Por favor espérenme!