LO MÁS VISTO EN ESTE MES:
Mezcladito de fin de mes
Día de teteras
Cándido y tierno reposo
Cuán fascinante resulta contemplar el sexo viril descansando plácidamente sobre sus mullidos y peludos cojines (¿o debo decir "cojones"?). Todo ahí resume ternura, paz, y habla de la inquietante belleza de la calma cuando ésta es preludio latente del más mínimo cambio de actividad. Asistimos expectantes al excitante espectáculo, y así, podríamos quedarnos horas en ese recóndito acto de observación. Como cuando se contempla el sueño del hombre amado, mirar -o también hacer algo más que mirar- una verga en estado de reposo, es una de las vivencias más encantadoras que pueda haber en el mundo de la sensualidad masculina compartida. --------------------------------- Nota del autor: Cuando vuelvas mañana, ya no las verás tan dormidas.
Hola, gente!!!
ReplyDeleteSi tuviera una pizca de la capacidad de Franco, podría escribir algo muy sabroso sobre la escena. Pero a mí me saldría algo muy lineal y medianamente apto para una mediocre paja...!!!
Que fué más o menos el resultado de mi merodeo por la Facu de Calle Entre Ríos!!!
Pero no se preocupen, estoy acostumbrado a hacerme justicia por propia mano!!!
Buenas noches!!!
Uich, Seba!
ReplyDeletehum, no sé, lineal y todo, yo que vos, igualmente haría la prueba de escribir algo sobre esta escena. ¡Y sobre todo hoy, que el café quedó solito y sin competencia!
Y con la Facu yo seguiría insistiendo... no porque no valore la justicia por mano propia, sino porque también es interesante la justicia por mano ajena.
Personalmente, esta "escena", tiene ese gustito a rememoración constante del clima de vestuario, tan, pero tan excitante siempre para mí, desde que tuve el secreto placer de sentirme un privilegiado de tener acceso esos sensuales antros por ser hombre y por ser -además, un hombre al que le gustan los hombres.
Pero bueno, yo puse la fotito, que otro ponga la historia, je.
Saludos y hasta mañana!