Cuán fascinante resulta contemplar el sexo viril descansando plácidamente sobre sus mullidos y peludos cojines (¿o debo decir "cojones"?). Todo ahí resume ternura, paz, y habla de la inquietante belleza de la calma cuando ésta es preludio latente del más mínimo cambio de actividad. Asistimos expectantes al excitante espectáculo, y así, podríamos quedarnos horas en ese recóndito acto de observación. Como cuando se contempla el sueño del hombre amado, mirar -o también hacer algo más que mirar- una verga en estado de reposo, es una de las vivencias más encantadoras que pueda haber en el mundo de la sensualidad masculina compartida. --------------------------------- Nota del autor: Cuando vuelvas mañana, ya no las verás tan dormidas.
Empezaria la cogida echado atras y abriendo las piernas, con almohadon abajo y el ojete bien a la vista de el , asi me mata a besos apasionados, caricias, sobre la cara, el cuerpo y abrazos.
ReplyDeleteUsamos lubricante en la punta de la pija de el (nunca a los costados) asi me atraviesa mas rapido y suave.(no lo tengo fruncido al reves lo tengo abierto).
Despues de un buen rato me siento en la pija de el mientras me pajea.
Al final me la saca cuando esta por acabar me tira la leche en la cara y yo acabo en sus brazos,suele ser lo habiutal pero hay otras.