Cuán fascinante resulta contemplar el sexo viril descansando plácidamente sobre sus mullidos y peludos cojines (¿o debo decir "cojones"?). Todo ahí resume ternura, paz, y habla de la inquietante belleza de la calma cuando ésta es preludio latente del más mínimo cambio de actividad. Asistimos expectantes al excitante espectáculo, y así, podríamos quedarnos horas en ese recóndito acto de observación. Como cuando se contempla el sueño del hombre amado, mirar -o también hacer algo más que mirar- una verga en estado de reposo, es una de las vivencias más encantadoras que pueda haber en el mundo de la sensualidad masculina compartida. --------------------------------- Nota del autor: Cuando vuelvas mañana, ya no las verás tan dormidas.
roma es la pijona 12 para mamarla de abajo para arriba son las que se paran bien
ReplyDeletetienen la pijona de Gyllenhaal o de cohen no las conozco?
Buenos días Señores!!los caminos de hoy nos llevan a la enorme hermosura de la intimidad expuesta como valles en mitad de la noche,abriendo las puertas de pantalones,saltar con tacto en el final del camino...que belleza.los vellos del hombre.cuidense mucho camaradas!!!feliz día!
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ReplyDeleteLa mejor es la segunda.
Hola soy Alfonso para mi todas estan divinas no hay a cual irle .pero me gustaria recorrer con la punta De mi lengua esos obscuros caminos que nacen en el pecho y rrecoren ese exquisito Valle que conduce a la Gloria De la masculinidad . Saludos a todos y cada uno De Los honorables miembros De Este exitante blog desde Texas.
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