Cuán fascinante resulta contemplar el sexo viril descansando plácidamente sobre sus mullidos y peludos cojines (¿o debo decir "cojones"?). Todo ahí resume ternura, paz, y habla de la inquietante belleza de la calma cuando ésta es preludio latente del más mínimo cambio de actividad. Asistimos expectantes al excitante espectáculo, y así, podríamos quedarnos horas en ese recóndito acto de observación. Como cuando se contempla el sueño del hombre amado, mirar -o también hacer algo más que mirar- una verga en estado de reposo, es una de las vivencias más encantadoras que pueda haber en el mundo de la sensualidad masculina compartida. --------------------------------- Nota del autor: Cuando vuelvas mañana, ya no las verás tan dormidas.
Extraordinaria galeria, un festín para la vista; hombres como la Naturakeza los dotó, no como los muñecos depilados o afeitados que parecen de plástico. Gracias infinitas
ReplyDeleteFabrice
Fabrice,
ReplyDeleteno hay nada que agradecer, sólo comparto lo que a mí también me fascina... los hombres naturales y la maravillosa geografía de sus diseños velludos.
Abrazo
Fabrice tiene razon. Un hombre joven o maduro que sea debe tener mucho vello en el pecho, cojones, culo. Es natural, a menos que por razon biologica no tiene ningun pelo.
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