Cuán fascinante resulta contemplar el sexo viril descansando plácidamente sobre sus mullidos y peludos cojines (¿o debo decir "cojones"?). Todo ahí resume ternura, paz, y habla de la inquietante belleza de la calma cuando ésta es preludio latente del más mínimo cambio de actividad. Asistimos expectantes al excitante espectáculo, y así, podríamos quedarnos horas en ese recóndito acto de observación. Como cuando se contempla el sueño del hombre amado, mirar -o también hacer algo más que mirar- una verga en estado de reposo, es una de las vivencias más encantadoras que pueda haber en el mundo de la sensualidad masculina compartida. --------------------------------- Nota del autor: Cuando vuelvas mañana, ya no las verás tan dormidas.
Vergas irresistibles: cortas, largas, vellosas, cortadas, y enteras y cada con cojones tan bellos tambien. Franco querido amigo, donde esta la tuya ? Has visto la mia.....
ReplyDeleteMi verga? mmmmm... habiendo tantas y tan hermosas, no sé si hace falta que aquí figure la mía...
ReplyDelete;)
No me creeras , pero nunca me habia fijado de tu foto. La verga no se vee bien, pero esta' alla en su cuna vellosa. Ah ah ah!!!
ReplyDeleteHermoso, excitante el espectáculo de un pene surgiendo, aureolado de un frondoso vello púbico.
ReplyDeleteY que el sujeto que lo posee sea digno de él. Y generoso para compartir.............
Fabrice