LO MÁS VISTO EN ESTE MES:
Mezcladito de fin de mes
Día de teteras
Cándido y tierno reposo
Cuán fascinante resulta contemplar el sexo viril descansando plácidamente sobre sus mullidos y peludos cojines (¿o debo decir "cojones"?). Todo ahí resume ternura, paz, y habla de la inquietante belleza de la calma cuando ésta es preludio latente del más mínimo cambio de actividad. Asistimos expectantes al excitante espectáculo, y así, podríamos quedarnos horas en ese recóndito acto de observación. Como cuando se contempla el sueño del hombre amado, mirar -o también hacer algo más que mirar- una verga en estado de reposo, es una de las vivencias más encantadoras que pueda haber en el mundo de la sensualidad masculina compartida. --------------------------------- Nota del autor: Cuando vuelvas mañana, ya no las verás tan dormidas.
Mmmmmmhhh... Tal como se llama una serie de relatos de un reconocidísimo escritor de relatos eróticos, tal como esa magnífica historia... así se llama esta serie de imágenes de ayer que reflejan tan bien esa sensualidad llena de naturalidad.
ReplyDeleteEstar rodeado de hombres desnudos, sin armas, sin caretas, sin poses (al menos no tan premeditadas) es algo sencillamente exquisito. Y si a ese ambiente se le suma el juego de miradas y acercamientos... ¡cualquier cosa puede pasar!
Deliciosa galería, mi estimadísimo Gaucho de Oro. Bravo por la exquisita selección!
Mmmmmmmmmm.... Rodeado de hombres desnudos... qué maravilla de situación, que sólo se genera en esos santuarios de la masculinidad más primaria.
ReplyDeleteSin armas, te parece???? no sé..., ya nombraste dos: miradas y acercamientos... si nos quedamos con una: miradas... ya tenemos un arma casi letal.