Cuán fascinante resulta contemplar el sexo viril descansando plácidamente sobre sus mullidos y peludos cojines (¿o debo decir "cojones"?). Todo ahí resume ternura, paz, y habla de la inquietante belleza de la calma cuando ésta es preludio latente del más mínimo cambio de actividad. Asistimos expectantes al excitante espectáculo, y así, podríamos quedarnos horas en ese recóndito acto de observación. Como cuando se contempla el sueño del hombre amado, mirar -o también hacer algo más que mirar- una verga en estado de reposo, es una de las vivencias más encantadoras que pueda haber en el mundo de la sensualidad masculina compartida. --------------------------------- Nota del autor: Cuando vuelvas mañana, ya no las verás tan dormidas.
Pues sí, Franco.
ReplyDeleteCreo que tienes razón.
En lo personal yo también prefiero un Vellohomo maduro, como el de la foto # 9.
Simplemente es un hombre hermoso que me sorprende con cada uno de sus atributos, por cierto, algunos ocultos. Sin embargo, esto no impide dejar libre la imaginación y disfrutar de este "regalito".
Mmmmm. Sin duda, hermoso, como todo lo que descubro en tu blog.
Un placer saludarte de nuevo, a ti y a todos los del café.
Dong,
ReplyDeleteAh!... MUY BUEN GUSTO...! El madurito #9 es inquietantemente bello!
Saludos!
Mmmmmmmmmmmmhhh... Recorrer, admirar y disfrutar estas dos últimas galerías me lleva a esa reflexión a la que siempre vuelvo: los jóvenes peludos son deliciosos, notables, inquietantes... pero los peludos en plenitud son brillantes, fascinantes... delirantes.
ReplyDeleteEn otras ocasiones he hecho esa misma comparación con cortes de carne y con tiempos de añejamiento en los vinos... ahora, después es este recorrido visualicé un bosque donde cada uno de estos varones es un árbol... hay árboles bellos que pueden atraer nuestra vista con sus ramas y nuestro olfato con su perfume; pero aún es muy pronto para que sus ramas den sombra y sus frutos estén maduros; por eso es necesario cuidarlos con esmero... en cambio, hay otros árboles robustos, con un follaje tupido y un tronco fuerte que invitan a preguntarse hasta dónde llegan sus raíces; quizá tan profundo allá abajo como altas se ven sus ramas allá arriba; son los que dan ganas de treparse a ellos hasta encontrar el punto perfecto para quedarse ahí y comtemplar el mundo y el tiempo cobijados por su sombra y sus ramas... ¡Así de sencillo!
Ya hablando de nombres y apellidos; sí, Josh Long es un bombón atrayente... ¡pero David Pevsner es un macho delirante!
Manu,
ReplyDeleteEspero que en ese bosque de hombres te topes con el lobo feroz.
Y hablando de Josh Long... ¿ya viste lo GORDO que se puso?... mmmm... es como dije alguna vez... a veces los años hacen que los hombres, como bien dices del vino, se añejen y se pongan irresistiblemente deliciosos.... y hay otros casos en que... OMG!
¿En serio, Franco? ¡Ver para creer! A lo mejor quiere cambiar de género y en vez de "wolf" ahora va a ser "bear"... Jejeje
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