Cuán fascinante resulta contemplar el sexo viril descansando plácidamente sobre sus mullidos y peludos cojines (¿o debo decir "cojones"?). Todo ahí resume ternura, paz, y habla de la inquietante belleza de la calma cuando ésta es preludio latente del más mínimo cambio de actividad. Asistimos expectantes al excitante espectáculo, y así, podríamos quedarnos horas en ese recóndito acto de observación. Como cuando se contempla el sueño del hombre amado, mirar -o también hacer algo más que mirar- una verga en estado de reposo, es una de las vivencias más encantadoras que pueda haber en el mundo de la sensualidad masculina compartida. --------------------------------- Nota del autor: Cuando vuelvas mañana, ya no las verás tan dormidas.
Bravísimo Franco!!!!
ReplyDeleteVaya fotazas!!! Donde esté un "vellohomo" que se quite un depilado!!! Jajajajaja
Un saludo a todos!!!!
Gracias, Ramón!
ReplyDeleteSaludos peludos
wow Franco, totalmente de acuerdo con tigo el vello corporal es realmente delicioso y gual que cada una de las fotos. saludos
ReplyDeleteUn canto a la masculinidad, imagenes potentes con efecto inmediato sobre uno.
ReplyDeleteGracias por brindarlas.
Fabrice
Tintindaniel,
ReplyDeletesaludos también para vos, tanto tiempo!
Fabrice,
Creo que no hay efecto más inmediato (desarmante, infartante, etc), que el producido por los pelos de un hombre.