Cuán fascinante resulta contemplar el sexo viril descansando plácidamente sobre sus mullidos y peludos cojines (¿o debo decir "cojones"?). Todo ahí resume ternura, paz, y habla de la inquietante belleza de la calma cuando ésta es preludio latente del más mínimo cambio de actividad. Asistimos expectantes al excitante espectáculo, y así, podríamos quedarnos horas en ese recóndito acto de observación. Como cuando se contempla el sueño del hombre amado, mirar -o también hacer algo más que mirar- una verga en estado de reposo, es una de las vivencias más encantadoras que pueda haber en el mundo de la sensualidad masculina compartida. --------------------------------- Nota del autor: Cuando vuelvas mañana, ya no las verás tan dormidas.
En algún momento de la vida, me llegó esa ansiedad por saber si mi cuerpo era normal o no. Si el vello, solo me había salido a mí o también a mis amigos… El problema, era que algunos parecían demasiado lampiños (eso me hacía sentir bastante mal). Tampoco hacía pesquisas muy profundas. Nunca tuve el valor de llegar y preguntar directamente. Hasta que una vez en la u, un compañero dijo que se poniendo demasiado peludo, que de la cintura para abajo era un mono. Eso dio pie a una de las conversaciones más divertidas y esclarecedoras de mi vida… algunos años tarde, pero fue catártico. Al final, y sin ningún afán en perpetuar patrones sexistas, los pelos son cosa de hombres. = D
ReplyDeleteEn algún momento de la vida, me llegó esa ansiedad por saber si mi cuerpo era normal o no. Si el vello, solo me había salido a mí o también a mis amigos… El problema, era que algunos parecían demasiado lampiños (eso me hacía sentir bastante mal). Tampoco hacía pesquisas muy profundas. Nunca tuve el valor de llegar y preguntar directamente. Hasta que una vez en la u, un compañero dijo que se poniendo demasiado peludo, que de la cintura para abajo era un mono. Eso dio pie a una de las conversaciones más divertidas y esclarecedoras de mi vida… algunos años tarde, pero fue catártico. Al final, y sin ningún afán en perpetuar patrones sexistas, los pelos son cosa de hombres. = D
ReplyDelete