Cuán fascinante resulta contemplar el sexo viril descansando plácidamente sobre sus mullidos y peludos cojines (¿o debo decir "cojones"?). Todo ahí resume ternura, paz, y habla de la inquietante belleza de la calma cuando ésta es preludio latente del más mínimo cambio de actividad. Asistimos expectantes al excitante espectáculo, y así, podríamos quedarnos horas en ese recóndito acto de observación. Como cuando se contempla el sueño del hombre amado, mirar -o también hacer algo más que mirar- una verga en estado de reposo, es una de las vivencias más encantadoras que pueda haber en el mundo de la sensualidad masculina compartida. --------------------------------- Nota del autor: Cuando vuelvas mañana, ya no las verás tan dormidas.
Bonjour Franco, comment vas-tu ? Bravo pour cette belle série de queues éprises de liberté et si belles qu'on aimerait y mettre les mains. Bonne journée et gros bisous coquins, Philippe
ReplyDeleteSi a veces el pajarito o quizas el pajaron punta su cabeza afuera del nido. Hehehehe!!! Muy lindo y suave.
ReplyDeleteCuan me he puesto a ver la galería de hoy, estaba sentado con solo el batin que me cubría. La bondad de los reclamos ha hecho que participará la mía, levantándose sobresalía por entre el batin, mostrando su motivado, lozano y oradado glande. Al fijarme en él mi mente pensaba, una buena representación del deseo. Pero el elegante falo, parecía decirme: Hahora que ya sabes lo que significa confinamiento, haber si me tienes descubierto en más ocasiones...
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