Cuán fascinante resulta contemplar el sexo viril descansando plácidamente sobre sus mullidos y peludos cojines (¿o debo decir "cojones"?). Todo ahí resume ternura, paz, y habla de la inquietante belleza de la calma cuando ésta es preludio latente del más mínimo cambio de actividad. Asistimos expectantes al excitante espectáculo, y así, podríamos quedarnos horas en ese recóndito acto de observación. Como cuando se contempla el sueño del hombre amado, mirar -o también hacer algo más que mirar- una verga en estado de reposo, es una de las vivencias más encantadoras que pueda haber en el mundo de la sensualidad masculina compartida. --------------------------------- Nota del autor: Cuando vuelvas mañana, ya no las verás tan dormidas.
Salut Franco, au repos aujourd'hui, superbes, mais prets pour de belles aventures ,merci et bonne journée bisous coquin bien entendu, Philippe au bord du lac Léman
ReplyDeleteTe vas superando, cada día mejor, eres un crack
ReplyDeleteDisfruten, queridos. Pero shhhhhh!, no queremos que se despierten. ¿O sí?
ReplyDeleteDurmidas, sin embargo bellas y bien expuestas.
ReplyDeleteMirarlas así, en reposo de un intervalo: es como ver al Factotum o Tótem en el atrio del sexo, no te cansas nunca de adorarla...
ReplyDeleteexcelente selección, una mas chupable que la otra jaja... que lindo es ver una verga en su estado natural.... Fede
ReplyDeleteEstoy de acurdo con Antonio, el ver un miembro viril en su estado natural es sublime, despierta todos los sentidos...
ReplyDeleteGracias Diego. Muy simpatico. Tonyitalian
ReplyDeleteOlí un aroma irresistible y llegué hasta aquí. Qué maravillosa sorpresa!!!
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