Cuán fascinante resulta contemplar el sexo viril descansando plácidamente sobre sus mullidos y peludos cojines (¿o debo decir "cojones"?). Todo ahí resume ternura, paz, y habla de la inquietante belleza de la calma cuando ésta es preludio latente del más mínimo cambio de actividad. Asistimos expectantes al excitante espectáculo, y así, podríamos quedarnos horas en ese recóndito acto de observación. Como cuando se contempla el sueño del hombre amado, mirar -o también hacer algo más que mirar- una verga en estado de reposo, es una de las vivencias más encantadoras que pueda haber en el mundo de la sensualidad masculina compartida. --------------------------------- Nota del autor: Cuando vuelvas mañana, ya no las verás tan dormidas.
This comment has been removed by the author.
ReplyDeleteThis comment has been removed by the author.
ReplyDeleteUna visita medica al completo, total. La ultima foto muy chistosa!!!
ReplyDelete¡Hace mil años que no me hacen desnudarme en el médico! Lo echo de menos.
ReplyDelete¿Que habría determinado la decisión de ser proctólogo? Vocación, modo de satisfacer deseos no confesados, vaya uno a saber.......
ReplyDeleteFabrice
Why aren't my doctors that sexy
ReplyDelete