Cuán fascinante resulta contemplar el sexo viril descansando plácidamente sobre sus mullidos y peludos cojines (¿o debo decir "cojones"?). Todo ahí resume ternura, paz, y habla de la inquietante belleza de la calma cuando ésta es preludio latente del más mínimo cambio de actividad. Asistimos expectantes al excitante espectáculo, y así, podríamos quedarnos horas en ese recóndito acto de observación. Como cuando se contempla el sueño del hombre amado, mirar -o también hacer algo más que mirar- una verga en estado de reposo, es una de las vivencias más encantadoras que pueda haber en el mundo de la sensualidad masculina compartida. --------------------------------- Nota del autor: Cuando vuelvas mañana, ya no las verás tan dormidas.
Franco:
ReplyDeleteYa está todo dicho en tu prólogo y/o presentación del post de hoy. Las duchas un espacio único ( yo también lo he disfrutado ) en que faltan ojos para recrear la vista, como se dice en Chile. El vapor, el agua que se desliza etc etc. El mejor invento colectivo que se haya inventado. Recuerdo un seven a side del Rugby veraniego en el The Mackay School de Reñaca Chile. Tuve la suerte de ver en duchas un jugador argentino ( yo sólo buscaba el baño para orinar. Las duchas estaban ahi mismo.Ese jugador salió antes de tiempo de la cancha y se fue a duchar). Hasta el día de hoy mantengo ese gratísimo recuerdo.
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ReplyDeleteAlejandro:
ReplyDeleteJajajaja... eso de que "yo sólo buscaba el baño para orinar", no te lo creo mucho... ;)
Pero sí, esas escenas son inolvidables!!!
Tony,
Saludos y abrazos
Cómo disfrutaba espiar por el ventiluz de un estadio a los jugadores que se bañaban al terminar el partido!!! No digo que el partido era una excusa, pero espiar el vestuario era la frutilla del postre. Qué tiempos!!! Hermoso post, Franco!!!
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