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Mezcladito de fin de mes
Día de teteras
Cándido y tierno reposo
Cuán fascinante resulta contemplar el sexo viril descansando plácidamente sobre sus mullidos y peludos cojines (¿o debo decir "cojones"?). Todo ahí resume ternura, paz, y habla de la inquietante belleza de la calma cuando ésta es preludio latente del más mínimo cambio de actividad. Asistimos expectantes al excitante espectáculo, y así, podríamos quedarnos horas en ese recóndito acto de observación. Como cuando se contempla el sueño del hombre amado, mirar -o también hacer algo más que mirar- una verga en estado de reposo, es una de las vivencias más encantadoras que pueda haber en el mundo de la sensualidad masculina compartida. --------------------------------- Nota del autor: Cuando vuelvas mañana, ya no las verás tan dormidas.
Hermosa juventud, que excita la mirada... Si bien es cierto que los maduros tienen un gran atractivo, siempre mejora la percepcion que tenemos, el ver la juventud para animarla a ser mejor que nosotros, que puedan tener el camino sin tantas piedras como pasamos los mayores de 50...
ReplyDeleteComo siempre un lujo inesperado querido Franco.
Adoro a los jovencitos. Más aún si se estrenan con uno...
ReplyDeleteCon estos jóvenes dejaría que me sedugeran. Se nota que no han sufrido ninguna represión, y los más surtidos de pelo están como para desaparecer unos dias...
ReplyDeleteAdemás de los maduros, los jovenes también son atractivos como los de mi edad (25 años) en adelante 😉
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