Cuán fascinante resulta contemplar el sexo viril descansando plácidamente sobre sus mullidos y peludos cojines (¿o debo decir "cojones"?). Todo ahí resume ternura, paz, y habla de la inquietante belleza de la calma cuando ésta es preludio latente del más mínimo cambio de actividad. Asistimos expectantes al excitante espectáculo, y así, podríamos quedarnos horas en ese recóndito acto de observación. Como cuando se contempla el sueño del hombre amado, mirar -o también hacer algo más que mirar- una verga en estado de reposo, es una de las vivencias más encantadoras que pueda haber en el mundo de la sensualidad masculina compartida. --------------------------------- Nota del autor: Cuando vuelvas mañana, ya no las verás tan dormidas.
FIRE! 🔥
ReplyDeleteHumm...mon beau sapeur pompier de Paris....j en ai gardé des souvenirs brûlants ..🚿
ReplyDeleteI guess the phrase ‘Some like it hot’ - pun intended - is a bit of an understatement.
ReplyDeleteEspaña arde por los cuatro costados. Franco, necesitamos que nos mandes estos bomberos! Gracias!
ReplyDelete