Cuán fascinante resulta contemplar el sexo viril descansando plácidamente sobre sus mullidos y peludos cojines (¿o debo decir "cojones"?). Todo ahí resume ternura, paz, y habla de la inquietante belleza de la calma cuando ésta es preludio latente del más mínimo cambio de actividad. Asistimos expectantes al excitante espectáculo, y así, podríamos quedarnos horas en ese recóndito acto de observación. Como cuando se contempla el sueño del hombre amado, mirar -o también hacer algo más que mirar- una verga en estado de reposo, es una de las vivencias más encantadoras que pueda haber en el mundo de la sensualidad masculina compartida. --------------------------------- Nota del autor: Cuando vuelvas mañana, ya no las verás tan dormidas.
Frondosidad pubiana exquisita.. también me gusta en el ojete del culo !!!! 😋😋😋😋😋😋
ReplyDeleteEste señor, estoy seguro, debió tener un ojete MUY peludo. Pero deberemos conformarnos con nuestra imaginación
DeleteAsí es Franco !!
DeleteMe encantó la foto de portada de página principal !!
ReplyDeleteFelicitaciones como siempre Franco
Ale
Necesitaba estar un poco más fresco con este calor!!!
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