Cuán fascinante resulta contemplar el sexo viril descansando plácidamente sobre sus mullidos y peludos cojines (¿o debo decir "cojones"?). Todo ahí resume ternura, paz, y habla de la inquietante belleza de la calma cuando ésta es preludio latente del más mínimo cambio de actividad. Asistimos expectantes al excitante espectáculo, y así, podríamos quedarnos horas en ese recóndito acto de observación. Como cuando se contempla el sueño del hombre amado, mirar -o también hacer algo más que mirar- una verga en estado de reposo, es una de las vivencias más encantadoras que pueda haber en el mundo de la sensualidad masculina compartida. --------------------------------- Nota del autor: Cuando vuelvas mañana, ya no las verás tan dormidas.
Magnífico.
ResponderEliminarMscanfiPcongzo_1999 Tyler Totten link
ResponderEliminardiscifope
ciafracYposto1998 Ben Smith JetBrains PhpStorm 2022.2
ResponderEliminarCyberLink YouCam
Tenorshare 4MeKey 4.0.6.7
JetBrains PyCharm Professional 2022.2
passnnaltalbei