Fin de semana nudista (II)
Seguimos todos en bolas...
De la belleza clásica
Contrariamente a los gustos actuales en donde el tamaño sí importa, en la antigüedad, Grecia lideró la tendencia a valorar y admirar a los penes pequeños, que ensalzaban las virtudes esenciales de la masculinidad. Por tanto el miembro pequeño era un aspecto codiciado en el macho alfa. Pues los hombres ideales eran dioses, héroes, atletas, etc., y todos ellos eran representados con genitales minúsculos y nunca erectos, mientras que las vergas gruesas, a menudo excitadas, peludas y descomunales correspondían a los sátiros o a todo tipo de hombres que de las más altas virtudes descendían a los más oscuros vicios, a la decadencia y al caos. En definitiva, el pene grande, para los antiguos griegos, describía al hombre vulgar, salvaje y bárbaro. Tantas veces nos hemos intrigado por lo excesivamente pequeños que a veces aparecen los penes de las estatuas clásicas, pero claro, lo bello, era otra cosa. La galería de hoy no olvida aquellos principios apolíneos. Veamos:
Hola VHmanos!!!
ResponderEliminarCuando nuestro Servicio Meteorológico dice que esta anormal ola de calor que nos afecta, tiene origen en una anormal distribución de la presión, tendrá en cuenta que puede estar causada por los post de Franco.....porque estos si que levantan presión!!!! Fijense sino en el efecto sobre el tio Pepe, que se ha visto obligado a ocultar su "educación" bajo el ala ancha de un sombrero mejicano!!!
T1o Pepe: descuelgue el sombrero de su avatar, y siga mostrando esa preciosa percha...!!!
Un abrazo
Secuencias, realidad y sueño.
ResponderEliminar1. Me desperté
2. Te fuí a ver
3. Me enamoré
4. Nos besamos
Bueno, en realidad el orden fue 2, 4, 3, 1
Besos
Don Pepe
Querido Seba
ResponderEliminarJejeje El sombrero es para ocultarme de tanto calor que emana de tanto peludito argentino desnudo. Por lo demás, estoy en consonancia con los post de ayer y hoy, en pelotas...
Abrazo
:)<3
Hummmm, Tio Pepe...
ResponderEliminarestamos tan acostumbrados en latinoamerica a las promesas incumplidas, que nos hemos vuelto muy incrédulos....para que le crea debería enviar pruebas....algunas fotos podrían ser....y de paso nos saca de la duda sobre si el anterior avatar era Ud. o se buscó un doble...
Seba,
ResponderEliminarahora, lo único que falta es que me echen la culpa de las altas temperaturas...
Mirá que todavía falta el post de mañana. Bueno, si te sube, no importa, después te pongo una galería fresquita, en fin... agüita, playita...etc.
Don Pepe,
aunque sea en 4 pasos, Ud. sigue siendo un romántico incurable.
A propósito... y ya que lo apunta el amigo rosarino, sí, ok, ok... el nuevo avatar está muy regional, muy identidad nacional, muy cuate, y esas cosas, pero... qué quiere que le diga... el otro era contundentemente usted. M'entiende, no?
Ta lueguito, me voy a prender el fuego (no, no me agarró por lo bonzo, es que esta noche hago asado)
Abrazos gauchos
¡Hola, amigos! Vengo aquí de vuelta para darle a todos un nuevo abrazo de Año Nuevo y me siento como un personaje de cuento... sí, uno de esos cuentos con los que mi mente, mi corazón y mi entrepierna se ligaron para lo que me resta de vida con cierto ser àureo que habita en el lejano Cono Sur (o sea, como decimos acá en mi tierra, vive lejos... muy lejos!). Pues bueno, en ese cuento un padre entra llevado por su hijo a una habitación en una noche libre que los compañeros de trabajo en un palacio de la época neoliberal actual habían improvisado... al entrar y ver que los demás caballeros invitados se habían puesto relajada y elegantemente en traje de Adán voltea y le dice a su hijo "pero por Dios, hijo! Este cuarto está lleno de hombres desnudos!". Si no me equivoco, mi querido Franco, ese papá(cito) se llamaba Sebastián... ¿coincidencia o biografía no autorizada? Habrá que averiguarlo porque esa serie de relatos es de lo mejor que nuestro brillante anfitrión fraguó y creó en sus tiempos dedicados a las letras de carne, fuego y pelos.
ResponderEliminar¿Qué puedo decir de las imágenes de hoy? Simplemente son ¡LA DELICIA DE DELICIAS! Estar desnudo es la sensación más libre que pueda haber en el mundo; y si es en contacto con la naturaleza es como una vuelta de nuestra alma más primigenia a sus orígenes; es como volver a ese lugar donde de niños fuimos tan felices... sólo de pensarlo voy dibujando una sonrisa que se va haciendo más ancha con el paso de las palabras. En un momento dado es como volver a nuestra parte puramente animal; donde ese detalle pasa del morbo tentador a la indiferencia respetuosa; y de ahí al encuentro con uno mismo... primero a estar consciente de la desnudez del cuerpo y, con el paso de los minutos, de la desnudez del alma; esa que permite a esos que están entregados en la lectura (que está causando las dubitaciones picardías de mi romántico y poético Compadre Huracanado Don Pepe; a las que quiere llevar también al Flamante -y muy curioso- Rosarino Seba) concentrarse en ello y no prestar atención a lo que pase a su alrededor... con el beneficio de sentir el toque de los rayos del sol y la brisa (del mar, del campo, del lugar en donde estén) por todos los poros de la piel.
Les he de compartir que ahora que vivo solo me es muy natural disfrutar de mi desnudez; no importa que acá por mis rumbos el frío sea crudo y severo... afortunadamente mi departamento está en una ubicación ciertamente privilegiada donde el sol de la tarde lo calienta y le da una temperatura agradable al anochecer. Eso sí, cuando llega la medianoche es preciso ponerse una bata, pero al ir a la cama es un placer sentir el cuerpo enteramente cobijado por el calor de los cobertores... y al estar despierto y verme por los espejos estoy aprendiendo de verdad a aceptarme como soy; con todos mis defectos y mis virtdes; son cosas que uno escucha y escucha de varias partes y varias personas pero en realidad yo lo he logrado desde hace relativamente poco tiempo... ¡y es una libertad suprema alcanzar ese punto, de verdad!
Algo me dice que ustedes también lo han logrado; por algo llego y están todos en bolas; ¡y miern nomás quién se asomó por acá también, el Chaqueño Tentador José! Definitivamente te ves mejor sin esa manzanita, chaval... ¿quién se la comió? Nah, eso no importa; ven, dame un abrazo...
Y pues ni modo; no voy a desentonar con el resto... ¡yo tambiénb me pongo en bolas! Me siento con ustedes y me pongo a analizar la pasarela... ¿Ya vieron al güerito de las 315? Y qué me dicen de las nalguitas del bronceado peludo de las 1200... o de la cola de caballo de las 945... ¡para todos los gustos! ¡Esto es nuestra Disneylandia XXX, caballeros! ¡Vamos a divertirnos!