Juego

¿Quién de nosotros, siendo niños, no jugó alguna vez a las rondas? Tomados de las manos y al son de una canción pegadiza y tradicional, hacíamos ruedas, girábamos y saltábamos en círculo, riendo e imponiendo alguna prenda a quien perdiera el juego. Ahora, hombres de pelo en pecho, dejando aparecer algún resabio de aquellos primeros encuentros lúdicos, seguimos evocando esos juegos en círculo con nuestros amigos, pero hoy de manera más íntima. Mucho más íntima.