Rizo blanco y sonoro
Podrá uno olvidarse del color del mar, del viento que corre sobre él, de la gaviota que va y viene, de la playa de acá, de la playa de allá, del horizonte, que es una sola ceja fina e indefinible. Podrá uno olvidarse del propio mar, pero nunca de ese rizo blanco y sonoro que vuelca constantemente en la orilla, y en cuya construcción continua parece que empleara todas sus dotes de Hércules y de artífice. Ese rizo se pega a los ojos, se cuela por los oídos, vive dentro de nosotros. Aunque lo hayamos visto a los cuarenta años, ayer, viene desde muy lejos, desde la infancia, desde el sueño, como una canción más. (*)
(*) "El mar" - Baldomero Fernández Moreno, (Quiosco, 1936)
Hola Franco!!!!!, un gustazo saber de vos y tenerte de nuevo!!!!. y sin muchos preámbulos.....digo que la vida me puso en la cordillera....pero el mar, y lleno de titanes....es el lugar en donde seguro me tocaba vivir...!
ResponderEliminarSaludos para todos!!!!
Pijonas chiquititas
ResponderEliminarBuenas tardes Señores!!!hermosos varones,aaaaaaah! Y el mar...que combinación,aromas oceanicos,rumor de agua,dioses desnudos.si tan sólo esos momentos,duraran otro momento...bellisimas imágenes Don Franco!cuidense mucho!hasta pronto camaradas!!!
ResponderEliminarHola Javi!
ResponderEliminarRe-Bienvenido.
Puede haber muchas vidas en una vida, creo definitivamente que nunca es una sola. Tal vez haya una vida que te puso en la Cordillera, habrá tenido sus razones... quién sabe, a lo mejor el mar sea el destino de otra vida por venir en tu vida...
Saludos salados
Mi querido Franco; había visto este post desde el primer día que lo publicaste, pero no quise comentarlo en ese momento porque quise buscar un momento de verdadera calma, de armonía y paz sin pensar en eso que se quedó pendiente y hay que continuar después de estar aquí. Esta galería, junto con el video del post anterior a éste me hicieron sentir una emoción muy, muy especial... en un momento dado podría decir que todo eso es una alegre coincidencia y nada más, pero como bien lo sabemos alguien más po por aquí y tu servidor, esto "no es casualidad"...
ResponderEliminarAsí como hace justamente hace casi un par de años (sólo estamos a unas cuántas horas de que se cumplan) tuve la inmensa dicha de por fin estar por primera vez en mi vida en un lugar tan maravilloso del mundo (no sólo de mi país) por la gran bendición de compartir tiempo y espacio con un ser tan especial como tú, ahora esa misma emoción volverá a manifestarse en mi dentro de unos cuántos días, también de la mano de un ser maravilloso que, ¿casualmente? ¡ni pensarlo! también conocí en esta tertulia y hoy, al igual que todos ustedes, ya es parte de mi existir y de mi andar. Y me va a llevar a conocer y a vivir por primera vez en mi vida todo eso que los supremos caballeros de esta galería están experimentando aquí en estas fotos: la caricia del sol, la frescura del agua... y sobre todo el ir y venir de esos rizos blancos y sonoros que hasta ahora sólo había visto de lejos... y ahora por fin podré oír, tocar, respirar... sentir, en resumen. ¡Y con emociones por partida doble! ¿Por qué lo digo? Muy pronto lo sabrán, amigos; muy pronto...
Soy Piscis, signo de agua, un elemento que desde siempre he sentido parte de mi, independientemente de mi fecha de nacimiento... y la combinación agua-hombre, dos de las cosas más bellas que puedan existir en el universo, me pone... ¡con todos los sentidos despiertos! Aún estando al filo de la medianoche y después de una semana laboral más que estresante, ¡esto es un "vuelve-a-la-vida" nocturno con deliciosos efectos primarios y secundart¡ios!
Gracias hoy y siempre, Gaucho de Oro por ser desde el momento en que te conocí (en aquella casa abandonada del campo, ¿recordás?), haber sido (como aquella vez en que frente aun escenario tan dorado como tú hiciste que mis emociones se hicieran agua salada) y seguir siendo (como aquí y ahora; y las que nos faltan) sin proponértelo el artífice de tantos y tantos momentos bellos... el orfebre de los placeres para estas almas peregrinas que vamos en esta procesión que aún no logra llegar al santuario que nos espera... pero gracias a tu talento este camino se hace placentero y disfrutable. ¡Mil millones de abrazos, mi estimadísimo! ¡ERES CHINGÓN, CABRÓN! ¡CHINGONSÍSIMO!