Miscelánea gráfica #128
Bienvenidos a un nuevo megapost misceláneo. Hoy uniremos diversos puntos de interés tan disímiles como lejanos, y seguiremos la brisa del mar, adentrándonos en sus profundidades... pero no teman, contaremos con una tripulación extraordinaria. ¡Empecemos! Jacques Berthier, actor francés (1916-2008) Fotografía de 1944. "Adamo", 1998, by Rodolfo Papa. Alan Spazzali Alessio Slonimsky - Hot Shower (2022) Anatoly Treskin: "Bañando los caballos". Avenida Alvear, Buenos Aires. Foto (coloreada) de 1920. Avenida Brasil frente a la Estación Terminal del Ferrocarril del Sur, Buenos Aires. Fotografía (coloreada) de 1917. Avenida de Mayo, Buenos Aires, en 1940. Ben Chapman Benjamin Godfre Bill Cable (sin barba...!) Bill Deming "Body Knows" by Anatol Knotek Bouguereau: "Primer beso". Brad Davis en 'Querelle' de Rainer Werner Fassbinder de 1982, basada en la novela 'Querelle de Brest' de Jean Genet. Carlos Cuevas (x5) John Cuneo. Casa en la calle...
¿Porqué tan solitario? Falta de confianza...allá voy para traspasar el umbral de tu delicia...
ResponderEliminarJeje
Besos en ...
Hermosa foto de perfil Don Pepe, ese pelo entrecano despierta bajas pasiones de seguro
ResponderEliminarBueno, no creo que esté solitario del todo, fíjese que el que le tomó la foto estaba muy cerca y después de inmortalizar semejante pose, seguramente debió quedarse a hacerle compañía al mushasho, digo sho.
ResponderEliminarAh!, y estoy muy de acuerdo con el Anónimo que ha recibido, Don Pepe querido.
¡Ouaaaaghhaahhhghoooooooaghhh! ¡Qué domingo tan rico! (Yo estirando los brazos)
ResponderEliminarTienes razón Don Franco! El fotógrafo seguramente calmó esas ansias tan íntimas del modelo.
Me pongo a pensar como serán esas caricias en solitario de los tertulianos de este acogedor Café....
¿Cómo se acariciará el Turco, Manu, Don Deep, Sebas, Hairy, ConMaduros, El Piloso, Henry...y usted mismo, el Gran Tahur de esta Café-Taberna?
No cabe duda que esa intimidad es tan espevial, tan secreta que con pocos la compartimos. A mi me pasa que aún con mi compañero de las tres décadas, me ruboriza cuando me sorprende en esas caricias en solitario.
Y no me refiero a ese machacar urgente de la verga para encontrar la satisfacción aliviadora. ¡No! ¡Por supuesto que no! No me refiero al pajeo que busca descargar de inmediato una tensión y que como todo tiene su momento.
Hablo de ese disfrutarse con seducción y lascivia, que da el desearse y amarse sin rubores a uno mismo y donde el tiempo no tiene límites y en la que el pecado es una mentira. Ese tiempo en el que el orgasmo se prepara con el mismo esmero que cuando estás con tu pareja o en un nuevo encuentro que ha encendido todas tus papilas de placer.
Recorro las imágenes de esos tertulianos a los que conozco como amigos y que tienen una imagen real en mi mente. Y empiezo a imaginarme como se acariciaran en la intimidad...
Mmmmm, creo que es hora de tomar una ducha. ;-)
Besos querido Don Franco.