Perfumes

Dicen que es imposible recordar o pensar en un olor. Eso podría explicar que cuando nuestro olfato vuelve a encontrarse con un olor conocido, esa percepción puede llegar a emocionarnos fuertemente. Por otra parte, un olor queda grabado en nuestro cerebro de manera muy intensa, y, aunque no podamos evocarlo como se evoca un sonido, una voz o una música, al sentir nuevamente ese olor estaremos despertando de manera muy particular una emoción especialmente vívida.
Oler y amar. Una unión que podría generar adicción si nos diéramos cuenta de los beneficios de su fuerte maridaje.











































Comentarios

  1. Los perfumes coadyuvantes de mis sentidos, me transportan a la felicidad.

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  2. Los perfumes coadyuvantes de mis sentidos, me transportan la felicidad.

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