Evolución

Los machos no amamantamos a nuestras crías. Sin embargo la evolución del homo sapiens, por alguna razón inexplicable, consideró que los pezones masculinos debían permanecer intactos aunque no cumplieran necesariamente una función específica como la de las mamas femeninas. Y si bien podemos prescindir de todo tejido mamario, nuestros pectorales parecen necesitar estar coronados de pezones, que, según la anatomía de cada individuo puede llegar a ser tan o más grandes que los de algunas mujeres. Muchos hombres ni siquiera saben qué hacer con ellos. Pero nosotros sí. Obviamente no podemos desconocer que fueron diseñados para ser chupados y succionados oralmente, su forma perfecta sirve para que alrededor de su aureola se apoyen los labios entreabiertos que dejarán paso a una teta prominente que la cavidad bucal recibirá sin problemas. Sí, definitivamente, algunos sabemos perfectamente qué hacer con ellos...


































 

Comentarios

LO MÁS VISTO EN ESTE MES:

Miscelánea gráfica #117