De la belleza clásica
Contrariamente a los gustos actuales en donde el tamaño sí importa, en la antigüedad, Grecia lideró la tendencia a valorar y admirar a los penes pequeños, que ensalzaban las virtudes esenciales de la masculinidad. Por tanto el miembro pequeño era un aspecto codiciado en el macho alfa. Pues los hombres ideales eran dioses, héroes, atletas, etc., y todos ellos eran representados con genitales minúsculos y nunca erectos, mientras que las vergas gruesas, a menudo excitadas, peludas y descomunales correspondían a los sátiros o a todo tipo de hombres que de las más altas virtudes descendían a los más oscuros vicios, a la decadencia y al caos. En definitiva, el pene grande, para los antiguos griegos, describía al hombre vulgar, salvaje y bárbaro. Tantas veces nos hemos intrigado por lo excesivamente pequeños que a veces aparecen los penes de las estatuas clásicas, pero claro, lo bello, era otra cosa. La galería de hoy no olvida aquellos principios apolíneos. Veamos:
¡Hooola!
ResponderEliminarLo que se me hace cachondo de un tipo como Allen Silver, es su pinta de lujurioso devorador de hombres bien disfrazada en una presencia hetero, similar a la de Ray Dragon pero lejos del espectacular cuerpo de éste último, ya un delicioso gordito que vivió sus mejores épocas, aunque usted no lo crea.
Esa última foto es muy sugestiva y representativa de Silver, que además es un entusiasta hedonista del ser bien ensartado. Como disfruta el muy cabroncete.
¡Aaah! No hay nada como domar a un macho. A propósitos de machos domados, ¿no les mola ver al machote irlandés de Paddy O'Brian finalmente ensartado? Wooow! Me hubiera gustado verle a los ojos mientras perdía la virginidad conmigo.
Abrazos desvirgadores...jejeje
A Ray le perdono cualquier cosa, hasta que se haya vuelto un gordito bien chanchito, que, dicho sea de paso, y como usted bien dijo, seguramente será delicioso y estará para comérselo con manzanita en la boca y todo, como siempre.
ResponderEliminarSí, adhiero a sus gustos acerca de aquellos cogedores, devoradores, receptores, etc., de hombres con una apariencia de macho hétero. Ah!, mi debilidad. Todo un tema, en el que prefiero no ahondar hoy porque estoy muerto y mañana me tengo que levantar temprano para ir al dentista (!?!?!?).
Pero sí, no hay nada más excitante, enternecedor, cachondeante, estremecedor, desarmante, y finalmente enamorable que un machote bien machote a su vez seductor de otro hombre tan machote como él. Letalidad pura.
Sí, me mola, me mola, me requete mola.