Fugacidad

Ayer vi pasar a mi lado un hombre con unos brazos velludos de antología. Fue en uno de los pasillos del lugar donde trabajo. Nunca lo había visto. Emergió de una cantidad de gente que iba y venía. Cuando lo vi, sus brazos peludísimos atraparon mi mirada. Yendo en direcciones opuestas, nos cruzamos a una distancia de escasos centímetros, y fue una pena que sus pelos no rozaran los míos, como quien choca casualmente. Cuando se alejó, volteé la vista con la intención de atrapar en mi retina cada detalle de lo apreciado. Luego seguí mi camino y lancé una involuntaria exclamación que algunos cuantos por ahí habrán percibido, seguramente. Mientras, pensaba: "Bienaventurada la persona que caiga en semejantes brazos". Ese hombre ignoto, sin saberlo, acababa de inspirar este post.

















































Comentarios

  1. Franco te escribo para decirte que los hombres jovenes o maduros que sean, somos por la mayor parte velludos. Unos con pelos que se parecen osos, otros con poco pelos. Pero sin embargo pelosos. El problema es que muchos se afeitan o toman banos para librarse del pelo corporal. Pienso que si un hombre esta rado por natura no puede rmedio pero nunca, nunca deberia afeitarse, no es normal.

    ResponderEliminar
  2. Gracias me facinan es mi fatiche, las piernas,brazos,pies velludos gracias wapo saludos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

LO MÁS VISTO EN ESTE MES:

De la belleza clásica

Miscelánea gráfica #112