Encuentro con Venus
De la belleza clásica
Contrariamente a los gustos actuales en donde el tamaño sí importa, en la antigüedad, Grecia lideró la tendencia a valorar y admirar a los penes pequeños, que ensalzaban las virtudes esenciales de la masculinidad. Por tanto el miembro pequeño era un aspecto codiciado en el macho alfa. Pues los hombres ideales eran dioses, héroes, atletas, etc., y todos ellos eran representados con genitales minúsculos y nunca erectos, mientras que las vergas gruesas, a menudo excitadas, peludas y descomunales correspondían a los sátiros o a todo tipo de hombres que de las más altas virtudes descendían a los más oscuros vicios, a la decadencia y al caos. En definitiva, el pene grande, para los antiguos griegos, describía al hombre vulgar, salvaje y bárbaro. Tantas veces nos hemos intrigado por lo excesivamente pequeños que a veces aparecen los penes de las estatuas clásicas, pero claro, lo bello, era otra cosa. La galería de hoy no olvida aquellos principios apolíneos. Veamos:
Some fuckin' brilliant stuff here. I'd sure like my lips to be wrapped around all these and to feel my nose being tickled by those thick bushes as the cock throbs on my tongue. Some great furry shitholes here too - and I like the look of that spunk-loaded rubber johnny draped over the still stiff cock.
ResponderEliminarEncuentro con Venus - Título desestabilizador :¿Veremos vulvas? Pero el primer pene coronado de vello púbico informa que quizás sería por Venus - Diosa del amor y la sucesión de falos para hacerlo. ¿Un guiño a la película con Glenn Close como cantante wagneriana? No por nada el blog es excelente, estimula tanto lo que hay debajo del ombligo como lo que hay arriba de él.
ResponderEliminarFabrice
Abandonarnos a los designios de Venus. No por eso debemos ir a su monte... (ya que podemos elegir el lugar)
ResponderEliminarUf... Encuentro con Venus!, lloro siempre en la última escena:
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=tWYLXtMivgs
Querido pagano
ResponderEliminarTus omnipresentes falos a manera de báculos te delatan como un adorador del placer del Apoloberg, y sólo un amor espiritual podrá armonizarlo con tu placer. Wagner le apostó a que sólo la muerte podía hacerlo, sin duda sabía que la sensualidad te perdería y sólo San Pepe podría salvarte.
Tendré que apartar con mis manos la selva de báculos y vellos para encontrarte y rescatarte, si es que antes no sucumbo también.
Vaya que es estimulante el Café. Muy occurente el Apoloberg y los báculos-falos, que además florecen, lo que no es poca cosa.
ResponderEliminarFabrice
Querido (San) Pepe,
ResponderEliminarMe has descubierto (bueno, ya todo el mundo lo sabe), sí, estoy en el Apoloberg. Y la verdad es que aquí se está muy bien. Si vienes a rescatarme, genial, pero antes nos quedamos un poquito más, San Pepe, por lo menos hasta que nuestros báculos florezcan...
Estimado Fabrice,
ResponderEliminarSí, no es poca cosa.Si algo florece es porque se ha llegado al clímax de la belleza y de la generación de vida, y cuyo gratísimo regalo es el éxtasis...momentáneo, porque creo que si fuera largo...moriría uno por placer, que dicen que el placer mata.
Abrazo
Querido amigo.
ResponderEliminarCon acercarme a ti, mi báculo empieza a destilar el néctar del placer para atraer lo que me atrae.
Besos barbón,
Don Pepe