Táctil
Podemos verlos y gozarlos como paisajes donde habitan sublimes accidentes geográficos.
Pero al tocarlos es cuando realmente descubriremos el valor de sus increíbles texturas. Y entonces, sólo en ese momento, caeremos en la cuenta de que las maravillas del mundo eran más que siete.
El cuerpo del amado es una expedición, una exploración interminable. La textura para mordisquear del lobulo de la oreja, la sedosidad aterciopelada de la piel de los parpados, los pliegues minusculos y fantasiosos del ombligo, tantos y tantos terrenos a recorrer y de pronto un gemido de placer nos informa el haber llegado a uno de los puntos "G" tan mentados.
ResponderEliminarQue viajes, que safaris nos brinda el amante !!!
Fabrice
Bellísimo comentario, Fabrice... gracias...
ResponderEliminarMuito bonitas as fotos e excelente conteúdo sobre o exposto. Obrigado
ResponderEliminarRecebi através de um amigo a indicação sobre naturismo e estou bastante feliz. Francisco
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