Contrariamente a los gustos actuales en donde el tamaño sí importa, en la antigüedad, Grecia lideró la tendencia a valorar y admirar a los penes pequeños, que ensalzaban las virtudes esenciales de la masculinidad. Por tanto el miembro pequeño era un aspecto codiciado en el macho alfa. Pues los hombres ideales eran dioses, héroes, atletas, etc., y todos ellos eran representados con genitales minúsculos y nunca erectos, mientras que las vergas gruesas, a menudo excitadas, peludas y descomunales correspondían a los sátiros o a todo tipo de hombres que de las más altas virtudes descendían a los más oscuros vicios, a la decadencia y al caos. En definitiva, el pene grande, para los antiguos griegos, describía al hombre vulgar, salvaje y bárbaro. Tantas veces nos hemos intrigado por lo excesivamente pequeños que a veces aparecen los penes de las estatuas clásicas, pero claro, lo bello, era otra cosa. La galería de hoy no olvida aquellos principios apolíneos. Veamos:
El eufemismo "tercera pierna" para el pene se entiende que no es una exageración viendo lo que tienen los muchachos de la galeria.
ResponderEliminarFabrice
Bueno, hay que reconocer que vergas como éstas no contribuyen a los ideales armónicos ni a proporciones estéticas aceptables (por eso el David no tiene 3 piernas, mal que le haya pesado a Michelangelo), pero... OMG!, hay que ver como nuestros más primitivos instintos bestiales (y no precisamente artísticos) afloran al ver semejantes ejemplares...
ResponderEliminarA mi me gustan bien gruesas y cabezonas ; pero está linda la galería...
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